En una nueva aparición pública, Wanda Nara volvió a sorprender con una confesión inesperada. Durante su paso por el ciclo Ferné Con Grego, conducido por Gregorio Rosello, relató una desopilante anécdota sobre una cita fallida que mantuvo con un hombre famoso, a quien definió como “el más lindo del país”. La empresaria, que recientemente cerró su vínculo sentimental con L-Gante, expuso detalles íntimos de aquella noche que no salió como esperaba.
Al ser consultada por su vida amorosa, no dudó en revelar la historia. “Cuando me separé, y antes de separarme, me escribía el más lindo del país. No voy a decir el nombre, pero es el más lindo del país”, comenzó diciendo la ex de Mauro Icardi, dejando a todos con la intriga sobre la identidad del protagonista.
En ese mismo tono, explicó que la charla virtual con el enigmático galán iba viento en popa. “El pibe venía bárbaro, entonces yo con Kennys (Palacios) mirábamos las fotos que me mandaba y a mí me divertía verlas, era como que venía bien de arriba para abajo”, recordó entre risas. Según contó, fueron sus amigos quienes la convencieron de dar el siguiente paso y concretar un encuentro cara a cara.
La empresaria relató que el propio Palacios fue quien tomó la iniciativa: “Me agarra el teléfono Kennys y le empieza a responder y me armó una cita en mi casa con este chico”. Y así fue como aquella noche, el misterioso hombre llegó con dos botellas de vino bajo el brazo. Sin embargo, la situación estaba lejos de ser romántica: “Yo estaba con la peor de las ondas. Estaba totalmente negada”, confesó.
LA CONFESIÓN DE WANDA NARA
El desencuentro se hizo evidente de inmediato. “Yo estaba en jogging, descalza, despeinada, desmaquillada. El tipo me empezó a tocar el pie, pero no había manera de arrancar la situación”, relató. La incomodidad creció hasta que él le reprochó que no le había ofrecido nada de beber en tres horas.
La respuesta de la conductora fue tajante: “Allá a la izquierda está la cocina, mi empleada duerme, no tengo ni idea de dónde están las tazas, busca y hace lo que quieras”. Finalmente, decidió dar por terminado el encuentro con una excusa breve y contundente: “Mañana me levanto re temprano, tengo un vuelo. Otro día hablamos”.