“Magia no podemos hacer”. En el oficialismo buscan asimilar y atenuar la dura derrota que se le avecina en la Cámara de Senadores: en breve finalmente habrá una sesión en la que se rechazara el mega DNU de Javier Milei.
El poroteo que manejan en La Libertad Avanza indica que ya hay más de 40 senadores –es decir una cómoda mayoría- dispuestos a votar en contra del polémico decreto presidencial. En los pasillos de la Cámara alta se dice que la vicepresidenta Victoria Villarruel ya transmitió a la Casa Rosada el mal cuadro de situación.
En los manuales clásicos de política, la única forma de interpretar el rechazo al DNU sería como una derrota histórica para el Gobierno. Nunca hasta ahora una cámara legislativa votó en contra de un decreto.
¿Intentará maquillar Milei esa caída o genuinamente no la tomará como tal? Un funcionario del Gobierno señaló a Clarín que posiblemente el Presidente no lo tome como una derrota si no como una oportunidad de volver a exponer -como hizo con la Ley Ómnibus- a los legisladores que “juegan perversamente a quedar bien pero después no te acompañan”.
Video
El senador de Unión por la Patria tiene «disposiciones que son absolutamente inconstitucionales».
Este lunes trascendió que nueve senadores de diferentes bloques le presentaron una nota a Villarruel en la que le soliciten que fije día y hora para una sesión en la que se deberá tratar el DNU. El pedido no la tomó desprevenida: la vice ya sabía que se venía esa solicitud porque provino justamente de los bloques dialoguistas.
El bloque peronista, que es el mayoritario y agrupa a 33 senadores, ya hizo pedidos similares en las últimas semanas, pero sin éxito. Ahora que se termina el período de sesiones extraordinarias y arrancan las ordinarias, se le abre la oportunidad para ir a una sesión sin que la fije Villarruel.
Eso sí: con sus 33 bancas no le alcanza. Le faltan 4 para el quórum. ¿Dónde podría pescar? Entre los 9 senadores que acaban de pedir la sesión especial. Pero con su jugada, esos senadores dejaron en claro que no quieren ser furgón de cola de la estrategia del kirchnerismo.
Lo que sí está claro es que Villarruel ya no tendrá más formas de frenar una sesión.
Cómo amortiguar la derrota
Lo que sí puede hacer el oficialismo es buscar atenuar el impacto de la derrota. Por eso, desde La Libertad Avanza y sectores de la oposición dialoguista empezaron a negociar para que, en simultáneo con el rechazo del DNU, se pueda avanzar con proyectos de ley vinculados a temáticas sensibles que figuran en el decreto. Sería, dicen, la posibilidad de mostrar un rol proactivo.
El plan es avanzar, por ejemplo, con una reforma laboral. No con temas muy irritantes para los sindicatos, pero sí con otros que parecen reunir mayor consenso, como las multas a empleadores o las indemnizaciones agravadas.
El plan, en caso de funcionar, sería que el primer artículo establezca que se deroga el capítulo laboral del DNU y que se lo reemplaza por esa iniciativa legislativa. En esa línea, el oficialismo empezó a apurar la integración de las comisiones que siguen sin conformarse.
El oficialismo tendría un plazo de 10 días para poder avanzar con su estrategia. Tendría el compromiso de los bloques dialoguistas que antes de ese plazo el DNU no será tratado en el recinto.
En caso de ser rechazado por el Senado, para caerse el decreto debe ser también bochado por Diputados. En el Gobierno dicen que es improbable que eso ocurra de forma veloz debido a que deberá ser tratado en comisión y los plazos legislativos. Igual, sería jugar con fuego. Si se arma una mayoría en el Senado, es muy factible que se replique en la Cámara baja, más con el contexto del Presidente atacando a los legisladores y gobernadores.
Lo que no está claro es si la estrategia del oficialismo en el Senado cuenta con el aval de la Casa Rosada. El camino para amortiguar la derrota -una diagonal entre lo óptimo y lo posible, en palabras de un funcionario- ¿agradará a Milei y a su mesa chica? El riesgo podría ser que quedan presos de una negociación porque no pudieron avanzar con los cambios que querían imponer.
En la cima del Gobierno parecen convivir posturas contradictorias. Habrá que ver cuál se impone.
Apertura de sesiones en el prime time televisivo
La apertura de sesiones ordinarias del Congreso será este viernes a las 21. Lo habitual es que la inauguración de las ordinarias ocurra durante la mañana.
El horario fue fijado a través de un decreto que lleva las firmas de Javier Milei y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse. En el inicio del año legislativo, el Presidente se dirige con un discurso a los senadores y diputados.
De acuerdo con las fuentes consultadas, la elección del horario no fue casual: Milei se asegura el prime time televisivo, el de mayor audiencia. ¿Será un indicio de que el Presidente cargará otra vez contra el Congreso?