Creemos que solo se trata de estar atentos a los signos de la piel y a la memoria; sin embargo, el envejecimiento significa mucho más que eso. Adoptar ciertos hábitos alimenticios podría retrasar el paso del tiempo en nuestro organismo, partiendo de la premisa de que la comida es el combustible de nuestro cuerpo.
A raíz de esto, el doctor Christopher de Jaeger, especialista en prevención del envejecimiento humano, aseguró en diálogo con el medio francés Le Journal des Femmes, que hay ciertos alimentos que podría estar acelerando el envejecimiento celular. “Hoy en día se acepta que hay un cierto número de alimentos que son perjudiciales para el organismo y que, de este modo, aumentan la senescencia, un proceso negativo de envejecimiento que se traduce en un deterioro de las funciones de la célula y un debilitamiento de la los distintos sistemas del cuerpo. Contrastamos la senescencia con el desarrollo, que corresponde a la parte positiva del envejecimiento que se extiende desde la concepción hasta el final de la adolescencia”, comenzó diciendo.
En ese sentido, detalló una por una las categorías que aceleran el envejecimiento. Entre los más nocivos, se encuentra el azúcar. “Consumimos con demasiada facilidad azúcares cuyo efecto adictivo conocemos y que saturarán nuestra capacidad de metabolizarlos”, sostuvo, y reveló que hay dos variables de este alimento: los azúcares rápidos (pan, tartas, facturas, caramelos, gaseosas, frutas) y azúcares lentos (pasta, patatas, pan, etc.).
“Los azúcares rápidos elevarán inmediatamente el nivel de azúcar en sangre y obligarán al páncreas a secretar insulina con urgencia, provocando luego un rebote con hipoglucemia secundaria”, advirtió. Como son rápidos, como indica su nombre, más tarde necesitaremos consumir más azúcar para saciarnos. Mientras que los lentos ingresan al organismo más despacio, pero una vez que estén allí, tendrán el mismo efecto que los primeros.
El alcohol es uno de nuestros peores enemigos. Además de que las moléculas de esta bebida son tóxicas para el cerebro, el hígado y los nervios, este se transforma en azúcar. “Las personas que están acostumbradas a tomar dos vasos de vino tinto al día se exponen a una sobrecarga de azúcar que no es nada buena, sobre todo porque es diaria”, manifestó.
Muchos se preguntan si el café contribuye al envejecimiento. Debido a esto, el especialista señaló: “Es complicado saber cuál es el impacto real del café en el envejecimiento porque algunos estudios dicen que no es bueno, otros dicen lo contrario. Por el momento, los datos disponibles no nos permiten llegar a una conclusión fiable”.
En ese orden, le siguen las grasas saturadas, ya que estas provocan enfermedades cardiovasculares que están directamente relacionadas con el envejecimiento; sin embargo, “no tienen un impacto directo sobre este, como ocurre con los azúcares”, comentó. Asimismo, remarcó que los alimentos ricos en grasas saturadas son principalmente productos de origen animal (queso, manteca, crema fresca, carnes grasas), así como las facturas, galletitas, frituras, alimentos empanados, platos preparados con conservantes y determinados aceites vegetales.
Con el paso del tiempo, nuestro metabolismo se ralentiza. Como efecto, el organismo consume menos colesterol, por lo que termina acumulándose. Considerando esto, el especialista sugirió la actividad física debido a que es la mejor forma para acelerar nuestro metabolismo y evitar así cierto tipo de enfermedades.
LA NACION