El oficialismo busca en Diputados blindar el veto de Javier Milei a la ley de reforma de movilidad jubilatoria en una sesión especial pedida por los bloques de la oposición, que reunieron el quórum pero quedaron lejos de conseguir los dos tercios necesarios para el rechazo luego de que cinco radicales anticiparan su acompañamiento a la decisión presidencial.
La sesión comenzó con la presencia de 131 diputados en medio de un clima enrarecido tanto en el recinto de la Cámara baja como en la entrada al Congreso, donde se dispuso un fuerte cordón policial con motivo de la marcha convocada para rechazar la decisión del Gobierno.
En el arranque se aceptó la renuncia del radical entrerriano Pedro Galimberti, que renunció a su banca tras ser nombrado por el gobernador Rogelio Frigerio como Delegado de la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande. En su lugar juró Nancy Ballejos, del PRO, quien le dará un voto más al oficialismo.
Tras la asunción de la nueva diputada, el diputado de la izquierda Nicolás del Caño advirtió que «es un escándalo lo que está pasando» en la Cámara al habilitar la jura de la nueva diputada. «Esto altera el resultado de la sesión, son lo peor de la casta», protestó el legislador.
El oficialismo estima que reunirá 88 votos para blindar el veto, dos más de los que se requieren si están presentes todos los diputados. El poroteo previo indica que a los 37 diputados del PRO, se suman los 37 libertarios, 3 del MID, 2 de Buenos Aires Libre, 1 de FE (el nuevo monobloque de Lourdes Arrieta), 1 de CREO y 2 de Producción y Trabajo, más algunos radicales y federales.
En rigor, el oficialismo cuenta con cinco voto de la UCR: se trata del tucumano Mariano Campero, el correntino Federico Tournier, el cordobés Luis Picat, el neuquino Pablo Cervi y el misionero Martín Arjol, quienes el lunes estuvieron reunidos con el presidente Javier Milei para dar su apoyo al Gobierno. A excepción de Tournier, que en junio -cuando se votó la media sanción- todavía no era diputado, los otros cuatro habían votado a favor del proyecto vetado.
La atención también está puesta en lo que hagan Pamela Verasay y Lisandro Nieri, Roxana Reyes o Francisco Monti, quienes responden al grupo Malbec, que tiene como referente al gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo.
Lo cierto es que el cambio de postura de este grupo de diputados generó tensión en el mismo radicalismo y hubo fuertes intercambios en un chat interno de la mesa directiva del radicalismo. La Convención Nacional de la UCR, a cargo de Gastón Manes, hermano del diputado que sostiene el rechazo al veto, advirtió que quienes no cumplan con lo resuelto por la mesa, iban a ser sometidos al tribunal de ética del Partido. La medida contó con la adhesión del Comité Nacional, que preside Martín Lousteau.
En la entrada al Congreso, sobre la avenida Rivadavia, se vivieron momentos de tensión. Sobre todo cuando ingresó la libertaria Lilia Lemoine a quién le gritaron «traidora» y «vende patria», entre otros términos. También hubo insultos para José Luis Espert, presidente de la comisión de Presupuesto.
En lo que tiene que ver con la proyección para la votación del rechazo al veto trascendió que Encuentro Federal contará con 15 diputados debido a la ausencia de Ricardo López Murphy, quien votó en contra de la propuesta de movilidad jubilatoria. A ellos se suman los 8 de Innovación Federal y los 6 de la Coalición Cívica.
El kirchnerismo de Unión por la Patria, que va por el «todo o nada», estaba completó. Ellos son clave para cualquier decisión porque aportan 99 votos, si están todos. Incluso Agustina Propato, la esposa de Sergio Berni, llegó en una silla de ruedas por una lesión en una pierna.