En medio de una campaña agrícola que presenta números ajustados para el campo por la caída de los precios de los granos y los altos costos de producción, un productor agropecuario hizo un fuerte descargo por el gasto que demanda el gasoil. Walter Malfatto, productor y presidente de la filial Bragado de la Federación Agraria Argentina (FAA), lanzó una dura crítica al respecto.
“Recién terminé de cargar combustible en la Toyota que uso para trabajar en el campo, no es un lujo. Gasté 96.000 pesos en gasoil. Lamentablemente, produciendo, el productor va a quedar en rojo este año”, afirmó Malfatto, quien también es uno de los referentes del Grupo Independencia, la agrupación que en 2022 organizó un tractorazo a Plaza de Mayo.
Además, destacó la problemática que enfrentan los productores de trigo, donde, según sus cálculos, se necesitan 4500 kilos por hectárea “para perder US$82 por hectárea”.
“Viene muy lindo el trigo, la verdad es que está espectacular, lástima que precisamos 4500 kilos para perder US$82 por hectárea. Por eso pedimos que se quiten las retenciones y el impuesto PAIS. Se ha sacado parte del impuesto PAIS, yo creo que esto tiene que cambiar. No puede ser que produciendo te estés fundiendo”, agregó.
Malfatto reflejó una preocupación compartida por muchos en el sector agrícola que enfrentan una campaña 2024/2025 con márgenes ajustados. Los precios de los granos se han visto deprimidos, tanto por la expectativa de cosechas abundantes en Estados Unidos como por los resultados de las últimas campañas en Brasil y la Argentina. Esto afectó particularmente a aquellos que trabajan en campos alquilados, una modalidad que representa el 70% de la producción agrícola en el país. El maíz, con un 12% de retenciones, y la soja, con un 33%, enfrentan márgenes cada vez más ajustados, lo que lleva a muchos productores a operar en pérdidas.
En un informe del mes pasado, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) alertó sobre los números para la región núcleo: “En campos arrendados, que representan cerca del 70% de la producción, la soja de primera [siembra de octubre] enfrenta una rentabilidad negativa, con una pérdida de 69 dólares por hectárea. Aún más preocupante es el caso del maíz tardío [siembra de diciembre], que bajo las mismas condiciones muestra una pérdida de 138 dólares por hectárea”. La entidad precisó que, respecto a un año atrás, la caída en la rentabilidad de la soja de primera en campos alquilados es de 26 dólares por hectárea. Se pasó de -43 dólares por hectárea a -69 dólares por hectárea.
“Produciendo nos estamos fundiendo”, agregó Malfatto, quien reiteró la necesidad urgente de un alivio en la presión impositiva, particularmente en lo que respecta a las retenciones.
En este contexto, los productores deberán centrarse en la gestión eficiente de recursos y capital para sobrevivir a una campaña marcada por la incertidumbre. Las perspectivas para el ciclo agrícola 2025/2026 podrían mejorar si se concretan las promesas del Gobierno sobre una reducción en los derechos de exportación, pero por ahora, la realidad sigue siendo difícil para muchos. El sector agropecuario argentino continúa enfrentando desafíos, y la clave estará en ajustar las estrategias productivas, comerciales y financieras para intentar sortear los factores externos, como las cosechas abundantes a nivel global, y los internos, como las retenciones y la brecha cambiaria, según los expertos.
LA NACION