Miranda Ghirimoldi tenía 28 años cuando, en el año 2021, su vida cambió para siempre. Buenos Aires había quedado muy lejos y la ansiedad y el nerviosismo se habían apoderado de todo su ser. Estados Unidos, aquel gigante del norte, surgió ante ella apabullante, entre autopistas enruladas y un ritmo de vida que le resultó por lo menos abrumador, en especial para su espíritu un tanto introvertido.
En los primeros días se sintió perdida, recordaba el instante en el que les había comunicado a su familia y amigos acerca de su decisión de irse a expandir sus estudios a Miami, y el nudo en la garganta llegaba casi inevitablemente. La noticia había sido recibida con una mezcla de emociones: si bien estaban orgullosos por su decisión de perseguir sus sueños, la tristeza los golpeó a todos por igual, incluida a ella, una mujer muy apegada a la familia y con tendencia a extrañar. Pero Miranda anhelaba ir tras nuevas oportunidades y quería descubrir si había aterrizado en el lugar correcto.
“El primer año viviendo en Miami fue un período de ajuste para todos, hubo llantos, horas de videollamadas, pero el apoyo y el amor de mi familia y amigos fueron fundamentales para mí”, revela con emoción.
Apertura, amabilidad y el trabajo como pilar fundamental: “Me impresionó”
En un comienzo, familiarizarse con las calles no fue sencillo, todo era nuevo y diferente, desde la cultura hasta el estilo de vida, tan particular en la atmósfera de Miami. Pero tal vez era eso lo que necesitaba, se dijo Miranda por aquellos tiempos. En definitiva, la larga cuarentena provocada por el coronavirus había dejado una huella profunda, que incluía una ruptura amorosa. Empezar de nuevo significaba un desafío monumental, entre las nuevas caras y la exposición a una dimensión que se sentía extraña, sin embargo, había algo reconfortante en el solo hecho de pensar que se había animado a dejar sus sinsabores atrás para aventurarse hacia lo desconocido.
En Argentina se había recibido de licenciada en Gestión de Medios de Comunicación y Entretenimiento. Allí, en Miami, casi de inmediato comenzó a cursar un máster en Gestión de Hostelería y Turismo en FIU Chaplin School of Hospitality & Tourism Management, con especialidad en grandes eventos, un espacio que le brindó la posibilidad de adentrarse en el ambiente laboral con rapidez y descubrir un estilo de trabajo que desconocía.
“Me llamaron la atención la disciplina y la eficiencia, así como la amabilidad y la apertura de la gente. También noté la importancia que se le da al trabajo, la dedicación a la profesión y los recursos disponibles para poder crear y ejecutar un proyecto, lo cual me impresionó positivamente”, asegura.
La cultura del trabajo impactó en Miranda de maneras inesperadas. Apasionada por crear experiencias memorables, se unió a las labores en equipo y se dejó contagiar por la pasión que muchos colegas transmitían con fuerza. Ella, un ser por naturaleza introvertido, poco a poco aprendió a mostrarse más y a combinar así la energía creativa de quien posee una forma de ser más “hacia adentro” con las nuevas herramientas de socialización.
Cierto día, Miranda despertó rodeada de una realidad que jamás había soñado: produjo con su equipo eventos como el Super Bowl, el Ultra Music Festival, el Grand Prix de la Fórmula 1 de Miami, la Billboard Latin Music Week, así como del South Beach Food and Wine Festival.
“Por otro lado, gracias a mi trabajo encontré un entorno acogedor y diverso. La calidad humana de las personas que conocí es excepcional, hay una genuina preocupación por el bienestar de los demás, ayudándote a crecer, dándote una mano en lo que necesites y siempre con una actitud alentadora y positiva ante la vida. Encontré mentores, amigos y colegas en mi industria que hoy son mi familia”, asegura Miranda, quien hoy también se dedica a cultivar el talento emergente, lo que en el 2022 la llevó a cofundar una organización estudiantil en su universidad llamada Back of House (BOH). Con ahora casi 220 miembros, BOH ayuda a los estudiantes a desarrollar sus currículums durante sus estudios para que adquieran experiencia en el sector ofreciéndoles oportunidades, como voluntariados y pasantías rentadas, en eventos.
Ezeiza, perseverancia y grandes descubrimientos: “Está en uno abrirse las puertas”
Casi tres años fueron suficientes para que la vida de Miranda tomara un rumbo impensado, donde el cielo parece ser el límite, pero la identidad no se olvida. Son sus raíces y su amor por los suyos los que la mantienen inspirada y agradecida, a pesar del éxito meteórico. Nada de lo conquistado tuvo que ver con la suerte, sino con el esfuerzo constante y el apoyo de aquellos que están cerca, así como el de los que desde lejos alientan con orgullo.
Mientras tanto, los regresos de visita a la Argentina son como un bálsamo para el alma. Durante el año entero, Miranda espera con ansias los asados y las meriendas con mate junto a sus padres, su hermana, amigos y familia. Suele volver en diciembre, el mes de las fiestas, asociado al puro disfrute.
“Las despedidas siempre son la parte más difícil, sin importar cuánto tiempo lleve viviendo fuera. El camino a Ezeiza y el abrazo antes de pasar por migraciones son los momentos más tristes. Una vez, Euge, una de mis mejores amigas, dijo algo que describe perfectamente las visitas a casa cuando vivís en el exterior: `Diciembre es mucho más que un mes en el calendario. Es la vida que se condensa en un par de días y te da la energía para seguir a la distancia´”, parafrasea Miranda conmovida hoy, a sus 31 años.
“Pero mi camino en Estados Unidos y hacia los grandes eventos ha sido emocionante y desafiante. Ha requerido dedicación y trabajo duro; a su vez, cada experiencia ha sido una oportunidad de crecimiento y aprendizaje. Tuve que dejar de ser introvertida, presentarme a la gente y abrirme puertas que hoy me han llevado a oportunidades laborales increíbles. La cultura laboral en Estados Unidos se caracteriza por su enfoque en la eficiencia, la colaboración, la creatividad y la innovación, lo cual ha tenido un impacto súper positivo en mi desarrollo profesional”, continúa la joven argentina, quien recientemente ha sido nombrada presidenta del Comité de Recaudación de Fondos de la Junta de la Red de Exalumnos de la Chaplin School of Hospitality & Tourism Management. En este rol, dirige los esfuerzos para fomentar la participación a través de regalos, talento, recursos y dinero para las iniciativas de la red, aprovechando su experiencia en la gestión de eventos y su pasión por apoyar el desarrollo de la comunidad de exalumnos.
“Mi sueño es algún día tener mi propio negocio y dirigir mi propio equipo en el sector de los eventos”, agrega. “Con mi experiencia, siento que he adquirido y sigo adquiriendo muchos conocimientos. He comprendido la importancia del trabajo duro, la perseverancia y la determinación en la consecución de mis metas. En lo personal, he adquirido un mayor entendimiento sobre mí misma: mis miedos, debilidades y fortalezas. Descubrí que soy capaz de mucho más de lo que imaginaba y que tengo un fuerte deseo de crecer y seguir desarrollándome. Aprendí que está en uno abrirse las puertas, que para avanzar hay que empujar, creer y confiar en uno mismo”, concluye.
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Destinos Inesperados es una sección que invita a explorar diversos rincones del planeta para ampliar nuestra mirada sobre las culturas en el mundo. Propone ahondar en los motivos, sentimientos y las emociones de aquellos que deciden elegir un nuevo camino. Si querés compartir tu experiencia viviendo en tierras lejanas podés escribir a [email protected] . Este correo NO brinda información turística, laboral, ni consular; lo recibe la autora de la nota, no los protagonistas. Los testimonios narrados para esta sección son crónicas de vida que reflejan percepciones personales.