Axel Kicillof intentará sostener una estrategia de pool de gobernadores contra el gobierno nacional por la quita de fondos especiales a las provincias y el primer paso será coordinar, con otros mandatarios, el rechazo al DNU de Javier Milei en el Congreso. El objetivo quedó expuesto en la Gobernación bonaerense, horas después de firmado el decreto que eliminó el Fondo de Fortalecimiento Fiscal destinado a Buenos Aires. «Se roba los recursos de las provincias», acusó el gobernador al Presidente.
Fue en la conferencia de prensa realizada en el Salón Dorado. Apremiante por la calidad del recorte: 231.000 millones de pesos en 2023 y mucho más del doble si permanecían los giros: según una estimación que hizo la Oficina de Presupuesto del Congreso en un informe que difundió este mismo lunes, de haber continuado vigente el Fondo para la Provincia, Kicillof hubiese percibido $873.765 millones (0,14% del PIB) durante el presente ejercicio. Un cálculo que el organismo técnico realizó en base al escenario fiscal proporcionado por el propio Ministerio de Economía.
Kicillof necesita también demostrar capacidad de respuesta ante la impronta presidencial que, al parecer, no concede dilaciones en su plan de ajustar las cuentas públicas. Esa dinámica política determinó que, al mediodía, en la reunión urgente del gabinete, el Fiscal de Estado, Hernán Gómez, recibiera la instrucción del gobernador para presentar una medida cautelar ante la Corte Suprema de Justicia. Recurre al mismo tribunal castigado por el kirchnerismo, que durante todo 2023 promovió el juicio político de sus integrantes en la Cámara de Diputados.
De esta manera, Buenos Aires se incorpora a otros distritos que litigan con el Ejecutivo por el retiro de fondos asignados en la gestión de Alberto Fernández. Chubut como protagonista central. La Justicia ya resolvió a favor de ese distrito por el retiro del Fondo del Transporte, que subsidia la actividad de los colectivos de pasajeros. Además continúan en proceso presentaciones por el Fondo Educativo que cubre el 10% de los salarios del sector. El ministro de Economía bonaerense, Pablo López, cursó hace unos días una nota de reclamo por ambos aportes específicos a Luis Caputo. Sin respuesta. Ahora, por decreto 192/2024 vino la otra poda.
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El gobernador de la Provincia de Buenos Aires recurrirá a la Corte Suprema de Justicia para intentar frenar el recorte del Fondo de Fortalecimiento Fiscal.
Kicillof había empezado a recibir el aporte en 2020. Se conformó con la quita que el presidente Fernández realizó sobre la coparticipación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuando redujo de 3,5% a 2,32% el coeficiente de fondos que debía recibir CABA. En aquel momento el auxilio, que provocó la judicialización del tema a cargo del entonces jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, tenía como objetivo el pago de sueldos de la Policía provincial. La medida se resolvió con parte de la fuerza en estado de protesta por los sueldos.
Este lunes, Kicillof explicó que los 231.000 millones tuvieron destino salarial en el sector, aunque hubo otras asignaciones. El dinero está «vinculado a comedores escolares, al módulo alimentario a las escuelas». «También nos están privando de fondos para comedores escolares. Afecta las plazas carcelarias que se están construyendo. Los centros de salud que seguimos inaugurando y las escuelas. Es salud, educación, seguridad y alimento», fue el argumento.
Como sea, la Corte será la terminal de todos estos conflictos. En el caso de Chubut, se trata de un conflicto que la provincia mantiene con Nación por una deuda, con la coparticipación federal como garantía de pago. Como hubo un atraso en la cuota, Milei ordenó ejecutar la garantía. La cuestión podría resolverse con mecanismos de refinanciación o emisión de un bono de deuda a tres años. En una instancia de resolución de segunda línea, de contadores. No obstante, la confrontación escala por la necesidad del Presidente de concentrar poder político diferenciado del ámbito institucional del Congreso y la negociación la política. En esa presunta lógica se encuentran alcanzados los gobernadores. Es lo que dicen opositores, e incluso acompañantes de gestión hasta hace unos días, como el propio chubutense Ignacio Torres.
«Estamos ante un presidente que ha decidido configurar un Estado que deserta y abandona sus obligaciones más elementales y no sólo somete al pueblo a un ajuste salvaje sino que se roba los recursos de las provincias». Palabras de Kicillof en la conferencia. Estaban allí, en la audiencia del Salón Dorado, Máximo Kirchner, presidente del PJ; el senador Eduardo “Wado” De Pedro; Pablo Moyano (Camioneros), Emilio Pérsico (del Movimiento Evita) e intendentes como Julio Alak y Mario Secco. La concurrencia partidaria representó el respaldo orgánico a Kicillof.
Resulta una porfía incierta. Milei procura acumular masa crítica para sus medidas de reordenamiento económico con el acompañamiento recipiendario de su 56% electoral. Limitado en el tiempo. Requerirá de algún resultado mediato como la baja sostenida de inflación.
Kicillof le recordó que él también ganó con el 20% de diferencia sobre el segundo candidato en Buenos Aires. Como los otros mandatarios reclama legitimidad. ¿Le alcanza para la pelea a campo abierto con el presidente?. “No es suficiente”, admiten en sus cercanías. Por eso la apelación es a la “unidad nacional con todas las provincias para buscar una solución que no implique la disolución nacional”. Eso tiene forma de gesta. Cúlmine en la primera batalla con el “quiebre” del DNU en el Congreso “que está en vigencia y permite quitar fondos a las provincias”. “No puede continuar”, convocó Kicillof.
Este martes se comunicará con sus pares. Con Jorge Macri los términos de diálogo serían más complejos. Buenos Aires recibe casi el punto y medio que Fernández quitó a CABA para la administración provincial. La Corte resolvió que Nación proceda a devolverle parte de ese monto “expropiado” y concedido a la administración del gobernador. ¿Cómo habrá de articularse medidas favorables que contengan intereses tan disímiles?. Serían interesante escuchar a los dos protagonistas.
Mientras se desmadeja este ovillo judicial, Kicillof debe atender la escasez. El fisco comienza a tener disminución en la recaudación por caída de actividad económica. Sin puertas para golpear. El estado provincial ya no recibirá el auxilio del Aporte del Tesoro Nacional. En 2023 fueron 9.474 millones de pesos. O los 17.800 millones que recibió para obras en el mismo período. Otros 23.933 millones para asistencia alimentaria y los 231 millones del Fondo de Fortalecimiento Fiscal que se acaban de eliminar.
Todo con un Presupuesto prorrogado 2023. Por incertidumbres financieras que no despejan horizonte. El 1° de marzo, en la Apertura de las Sesiones Ordinarias del parlamento, Kicillof abordaría, por primera vez, cómo se hace para gestionar en medio de una escasez de recursos desesperante.