“Se trata de una banda importante. Le secuestramos droga, armas, municiones, chalecos antibalas y pasamontañas. En el último tiempo se produjeron hechos muy violentos en el barrio”. Así, un detective judicial se refería a una serie de allanamientos hechos en las últimas horas en la villa La Cava, en Beccar, en San Isidro, con el objetivo de desbaratar una organización narco que se había hecho fuerte en la zona.
La banda, conocida como La Monada, era liderada por Rodrigo Aguirre, apodado Macaco. El sindicado jefe de la organización narco tiene 23 años y fue uno de los 12 detenidos en los allanamientos hechos en las últimas horas después de una investigación que comenzó hace cuatro meses y que incluyó tareas de campo donde se logró filmar la operatoria de venta de droga al menudeo.
“Macaco se encargaba de la provisión del material estupefaciente a los puntos de venta distribuidos en distintos puntos de La Cava. También tenía a su cargo la recaudación del dinero que se obtenía con la venta de droga al menudeo y contaba con la colaboración de varios integrantes de su familia”, explicaron a LA NACION fuentes policiales.
La investigación, a cargo del fiscal Esteban Álvarez, que conduce la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) especializada en Drogas de San Isidro, comenzó en febrero pasado tras una denuncia anónima.
Las tareas de campo estuvieron a cargo de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de San Isidro de la policía bonaerense.
“La banda contaba con la colaboración de ‘soldatitos’ y ‘satélites’ que se encargaban de custodiar los puntos de venta de cocaína y marihuana y de avisar la presencia de policías o de integrantes de bandas rivales”, informaron fuentes que participaron de la investigación.
Tras tener acreditado el funcionamiento de la organización y los integrantes de La Monada, el fiscal Álvarez pidió diez allanamientos, que fueron ordenados por el juez de Garantías de San Isidro Esteban Rossignoli.
“Macaco tenía la colaboración de sus tíos, su abuela y de una hermana”, sostuvo un investigador que participó de los operativos donde se secuestraron 628 envoltorios de cocaína listos para su venta, seis kilos de marihuana, seis pistolas calibre nueve milímetros, un revólver calibre 32, una escopeta de distintos calibres, 1000 cartuchos calibre 9 y 32, chalecos antibalas, teléfonos celulares y balanzas de precisión.
La villa La Cava, en el último tiempo, se convirtió en una zona caliente de la venta de droga al menudeo, donde distintas bandas, a fuerza de balazos, se disputan el territorio.
LA NACION