El mismo día en que fue nombrado en «embajador internacional de la luz» por la comunidad judía ortodoxa de Lubavitch Javier Milei se involucró en la crisis del bloque de La Libertad Avanza en Diputados y habló por teléfono con Marcela Pagano, fallida presidenta de la comisión de Juicio Político de la Cámara Baja luego de que Martín Menem desconociera la reunión.
El contenido de la conversación es una incógnita, pero la legisladora fue categórica en el medio de la convulsionada jornada del miércoles. «Mi único jefe político es Javier Milei«, dijo. El mensaje pareció tener dos destinatarios: el presidente de la Cámara de Diputados y la secretaria general de Presidencia, Karina Milei, que estuvo detrás de la excomunión del presidente de bloque, Oscar Zago, y de la unción de Gabriel Bornoroni como su reemplazante.
La suerte de la periodista parece estar echada igual que la de Zago, que ya anunció que conformará un interbloque con otros dos legisladores de LLA que vienen del MID, el vehículo electoral que el diputado le prestó a Milei en 2021 y en 2023 en la Ciudad. «El jefe«, como el Presidente llama a su hermana, califica como «imperdonables» las acciones de Pagano y del titular del bloque oficialista, que habrían recibido o interpretado un supuesto aval del mandatario para avanzar con la conformación de la Comisión de Juicio Político.
De todos modos, la diputada ahora es respaldada por la oposición, que quiere dar por válida la reunión de la comisión para dejar fuera de juego a Menem.
En la Casa Rosada le bajaron el tono a la polémica y se ampararon en la independencia de poderes, un argumento que no pesó cuando el Presidente reclamó que los legisladores bajaran sus dietas. «Bastante tenemos acá nosotros como para andar explicando los quilombos de ellos», señaló un funcionario con despacho en Balcarce 50.
El vocero presidencial Manuel Adorni explicitó que el presidente de Diputados volverá a convocar a la comisión de Juicio político la semana que viene. «Menem ha efectivamente hecho lo que consideró correcto. La Comisión no se llegó a conformar y entiendo que se va a hacer la semana que viene conforme al reglamento de la propia Cámara, señaló el vocero presidencial Manuel Adorni. La secretaria general de Presidencia promueve para ese puesto a Alberto Benegas Lynch, aunque no integraba la comisión.
Algunas espadas legislativas del oficialismo y dirigentes que se atreven a disentir con Milei creen que el episodio exhibe «falta de conducción y de liderazgo», lejos de la tesis que empujaron en la mesa chica de Milei, donde sugerían que es una discusión que no interesa en la ciudadanía. En el Congreso creen que el escándalo es inoportuno -justo antes de la discusión por la ley Bases- y peligroso por su posible efecto contagio en el Senado. Aunque en el oficialismo reconocen que el estilo de conducción de Menem y de Victoria Villarruel es distinto, el eclecticismo en el armado de listas podrían jugar una mala pasada.
En el boletín de consumo interno «Cómo la estamos viendo» que distribuye la vocería presidencial a funcionarios y legisladores para unificar el discurso no incluyó ninguna referencia al episodio.
En el Ejecutivo no creen que Zago represente una amenaza a pocos días del tratamiento de la Ley ómnibus. El oficialismo había logrado sumar por goteo a tres diputados, entre los que se contaba el presidente de la comisión de Presupuesto, José Luis Espert, un número puesto por su restaurada cercanía con el Presidente.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, lamentó que la interna oficialista tomara estado público. «Lamento profundamente que todo este tema haya tomado estado público porque se podría haber resuelto todo internamente. No debiera afectar esto a ninguno de nuestros diputados en particular, pasó y tendremos que mejorar este aspecto hacia adelante», dijo en declaraciones a Rivadavia.
El funcionario, que estuvo concentrado en la reunión con la CGT y llevó adelante la discusión con los bloques dialoguistas en su despacho por la ley Bases, tuvo que pedirle a colaboradores de su confianza que lo pusieran al tanto de lo ocurrido. En el Ejecutivo creen que el ruido no complicará la discusión de la ley ómnibus y miran con más preocupación lo que pueda suceder con ella en la Cámara alta.