Apophis es el nombre del asteroide que sembró el pánico en los últimos días dentro de la comunidad científica y de quienes admiran el espacio. Lo cierto es que luego de una investigación reciente, el astrónomo Paul Wiegert de la Western University señaló que existen posibilidades de que este cuerpo celeste de 340 metros impacte la Tierra en 2068. ¿Qué probabilidades reales existen de que suceda esto?
Hace 20 años, la NASA descubrió el cometa Apophis, también conocido como 99942, y si bien se estimó que tendría pasajes cercanos a nuestro planeta, nunca se sospechó que en uno de ellos, podría colisionar de lleno.
Lo cierto es que en 2029 y en 2036, el asteroide pasará muy cerca de nosotros, a poco más de 36.000 kilómetros, por lo que será visto a simple vista desde cualquier ángulo terrestre. En aquellas dos visitas, no existirá peligro alguno para la vida humana; sin embargo, 32 años después, el temor sí se hará presente cuando nos topemos en el camino de su órbita.
El investigador Dave Tholen y sus colaboradores del Instituto de Astronomía (IfA) de la Universidad de Hawái anunciaron la detección de la aceleración de Yarkovsky en el asteroide Apophis cercano a la Tierra. Gracias a esto, surgió la incógnita sobre un posible choque en el futuro. Esta reacción nace de una fuerza extremadamente débil sobre un objeto debido a una radiación térmica no uniforme.
“Las nuevas observaciones obtenidas con el telescopio Subaru a principios de este año fueron lo suficientemente buenas para revelar la aceleración Yarkovsky de Apophis, y muestran que el asteroide se está alejando de una órbita puramente gravitacional en unos 170 metros por año, lo que es suficiente para mantener el escenario de impacto de 2068 en juego”, dijo Tholen según Europa Press.
Sin embargo, este no parece ser un hecho que determine el fin de la Tierra, ya que Paul Wiegert publicó en la revista Planetary Science Journal un artículo en el que se refirió a Apophis y el presunto factor externo que desviaría al asteroide de su tránsito.
En el supuesto caso de que el cuerpo celeste colisione con otro meteorito o cometa, en su curso, esto podría salvar al planeta, o más bien, sucedería todo lo contrario y modificaría su órbita en una dirección más certera hacia aquí.
“Dado lo cerca que pasará de la Tierra, existe un posible riesgo de que una desviación de su trayectoria actual pueda acercar a Apophis a impactarnos. Hipotéticamente, otro asteroide que colisione con Apophis podría causar tal desviación, lo que nos motiva a estudiar este escenario, por improbable que sea”, mencionó Paul.
En tanto, abrió una gota de esperanza tras la mención del asteroide 4544 Xanthus, el cual pasaría a 10.000 kilómetros de Apophis, por lo que un impacto entre ambos debería de tenerse en cuenta por más descabellado que suene. “La pequeña probabilidad de colisión se ve contrarrestada por consecuencias desproporcionadamente grandes. Debido al peligro asociado con, incluso, una pequeña perturbación de este asteroide que amenaza a la Tierra, existe una gran motivación para determinar el riesgo con la mayor precisión posible, y alentamos esfuerzos futuros en esa dirección”, concluyó el astrónomo.
Para la tranquilidad de algunos, de ahora en más, los científicos sabrán bien antes de 2068 si existe alguna posibilidad concreta de impacto.
LA NACION