viernes, 12 septiembre, 2025
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A 30 años del lanzamiento de «One Hot Minute»: los Red Hot Chili Peppers entre la oscuridad y un nuevo sonido

Los Red Hot Chili Peppers se habían consolidado como estrellas mundiales tras el monumental éxito de «Blood Sugar Sex Magik» (1991), un álbum que fusionó el funk, el rock y el punk de manera magistral, propulsado por la increíble química entre el vocalista Anthony Kiedis, el bajista Flea, el baterista Chad Smith y, especialmente, el guitarrista John Frusciante.

La salida de Frusciante dejó a la banda en una encrucijada. ¿Cómo reemplazar a un músico tan singular y fundamental para su sonido? La búsqueda del nuevo guitarrista fue un proceso arduo y lleno de frustración. Kiedis y Flea audicionaron a decenas de talentos, incluyendo a figuras como Arik Marshall y Jesse Tobias.

No fue sino hasta que Flea sugirió a Dave Navarro, su amigo y guitarrista de la icónica banda Jane’s Addiction, que el rompecabezas comenzó a encajar. Navarro, conocido por su estilo técnico y su estética gótica, aportó una nueva dimensión al sonido de los Red Hot Chili Peppers. A diferencia de la fluidez melódica y el minimalismo de Frusciante, la guitarra de Navarro era más pesada, con influencias del rock industrial y psicodélico, lo que prometía una evolución radical para la banda.

Dificultades y recaídas: el turbulento proceso de grabación

El proceso de grabación de One Hot Minute fue tan tumultuoso como el cambio de formación. Si bien Navarro aportó un aire fresco y una sofisticación técnica, la colaboración no siempre fue fluida. Kiedis y Navarro tenían personalidades y enfoques musicales muy diferentes, lo que generó tensiones creativas.

Además, el ambiente se complicó aún más por la recaída de Anthony Kiedis en las drogas, un tema que se refleja de manera cruda y dolorosa en las letras del álbum. Kiedis, que había estado sobrio durante un tiempo, se sumergió nuevamente en la adicción, lo que dificultó la escritura y la grabación de las canciones. La vulnerabilidad de Kiedis en esta etapa se hace palpable en temas como «Shallow Be Thy Name» y «Tearjerker», donde aborda su lucha interna y la pérdida de amigos.

A pesar de los desafíos, la química entre Flea y Chad Smith se mantuvo sólida, proporcionando una base rítmica contundente que anclaba el nuevo sonido. Flea, en particular, tuvo un rol protagónico en la composición, aportando ideas y melodías que se sintieron más experimentales que en trabajos anteriores.

Red Hot Chili Peppers One Hot Minute

La tapa del disco «One Hot Minute».

El resultado fue un álbum más oscuro, introspectivo y pesado. Canciones como «Aeroplane» y «Walkabout» conservaban un destello de la energía funk de la banda, pero con un barniz de melancolía y pesadez que era completamente nuevo.

«My Friends», con su aire más acústico y reflexivo, se convirtió en uno de los sencillos más exitosos, mostrando una faceta más madura y melódica del grupo. Sin embargo, el sencillo principal, «Warped», con su sonido grunge y su videoclip oscuro, sorprendió a muchos fans.

Crítica y revalorización: de la decepción a la obra de culto

Cuando «One Hot Minute» salió a la luz, las críticas fueron mixtas. La mayoría de los fans, acostumbrados al funk vibrante y las melodías pegadizas de «Blood Sugar Sex Magik», se sintieron desorientados por el nuevo sonido.

La prensa especializada también se dividió. Algunos elogiaron la audacia de la banda por experimentar y salir de su zona de confort, mientras que otros lo consideraron un paso en falso. El álbum no logró replicar el éxito comercial de su predecesor, lo que generó una sensación de fracaso en la banda.

La gira de promoción de «One Hot Minute» también tuvo sus altibajos. Aunque el sonido en vivo era potente, la química en el escenario no era la misma que la de la formación anterior. La gira se vio interrumpida por problemas de salud y la continua lucha de Kiedis contra las drogas.

Red Hot Chili Peppers 1996

Los Red Hot Chili Peppers durante un show en vivo junto a Dave Navarro.

El fin de esta era llegó con la partida de Navarro en 1997, allanando el camino para el inesperado regreso de John Frusciante, quien llevaría a la banda a una nueva era de éxito con álbumes como «Californication» y «By the Way».

A pesar de su recepción inicial, One Hot Minute ha experimentado una revalorización significativa con el paso del tiempo. Muchos fans y críticos lo consideran ahora como una joya oculta en la discografía de la banda.

El álbum es apreciado por su honestidad emocional, su experimentación sonora y por ser un testimonio de un momento difícil pero creativo en la historia de los Red Hot Chili Peppers. Temas como «Coffee Shop», «Transcending» y «Falling into Grace» son ejemplos de la riqueza musical y la profundidad lírica que contiene el disco.

El legado: de canciones prohibidas a una nueva oportunidad

Una de las curiosidades más notables del legado de «One Hot Minute» es el destino de sus canciones en los conciertos en vivo. Por años, tras el regreso de John Frusciante, los temas del álbum de Navarro fueron casi completamente ignorados en los setlists de la banda.

Se rumoreaba que Frusciante no estaba dispuesto a tocar canciones en cuya creación no había participado, lo que solidificó la idea de que One Hot Minute era un capítulo cerrado en la historia de los Red Hot Chili Peppers.

Sin embargo, esta situación cambió con la llegada de Josh Klinghoffer, el guitarrista que reemplazó a Frusciante en 2009. Klinghoffer, con su respeto por la historia de la banda, comenzó a incorporar esporádicamente algunas canciones de One Hot Minute en los conciertos, dándoles una nueva vida. Esto demostró que el álbum no era una reliquia olvidada, sino que seguía teniendo un valor musical para la banda.

El reciente segundo regreso de John Frusciante ha traído consigo un nuevo capítulo en esta historia. Aunque inicialmente se ha enfocado en el material de su era, los fans se preguntan si algún día la banda se atreverá a tocar alguna canción de One Hot Minute con la formación actual. Por lo pronto ambos guitarristas compartieron escenario en 2020 durante un evento de la fundación de Tony Hawk, lo cuál fue un momento muy especial para los fans de la banda.

A 30 años de su lanzamiento, One Hot Minute sigue siendo un álbum fascinante y complejo. Es un recordatorio de que incluso en los momentos de mayor turbulencia, la creatividad puede florecer.

Es un disco que merece ser escuchado y revalorado, no solo como una rareza en la discografía de los Red Hot Chili Peppers, sino como una obra audaz y honesta que captura la esencia de un momento crucial en la vida de una de las bandas de rock más importantes del mundo.

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