Después de lograr la sanción de la Boleta Unica Papel (BUP), el jefe de Gabinete Guillermo Francos volvió a deslizar la idea del Gobierno de eliminar las PASO. Sin embargo puertas adentro del Gabinete y en la oposición cercana a la Casa Rosada señala que la propuesta por ahora es inviable. En el macrismo crece el malestar por la agenda inconsulta del oficialismo.
«Nosotros vamos a proponer la eliminación de la PASO. Estamos convencidos de que no son un instrumento útil para la resolución de los problemas internos de los partidos. Lo tienen que resolver ellos, no el Estado», consignó el ministro coordinador en una entrevista con Continental.
El jefe de Gabinete volvió a poner sobre la mesa el costo operativo de organizar las primarias. «La PASO no ha servido para nada, es un costo enorme para el Estado, es una molestia al ciudadano que decide sobre partidos que no le interesan. ¿Cuantas veces se ha utilizado para una interna? Solo dos, entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich y no recuerdo otra. Para una elección PASO se prepara como una nacional», se quejó.
En el equipo de Francos calculan el gasto de las primarias en 50 millones de dólares y los funcionarios más cercanos al ministro tienen esperanza en que la alternativa sea votada.
Aunque esta vez no lo desautorizaron en público, como pasó con el decreto reglamentario que restringió la Ley de Acceso a la Información, altas fuentes del oficialismo descartan que el proyecto pueda avanzar. Menos, en lo inmediato. Por eso, el Gobierno redujo a la mínima expresión su reforma electoral: del cambio al voto uninominal por circunscripción que hubiera afectado la composición del Congreso a la Boleta Unica Papel, que de todos modos se vive puertas adentro del sistema político como una revolución que también tendrá implicancias en las provincias.
El Gobierno había aceptado la solución intermedia que proponían sus aliados del PRO: eliminar la obligatoriedad de las PASO. Esa alternativa finalmente fue dejada de lado, porque tampoco hay consenso ni en el peronismo ni en la UCR.
De todos modos, en el macrismo no descartan que el oficialismo avance con un proyecto para mantener un relato que le permita diferenciarse de las alternativas opositoras: «la casta». Y se lamentan porque el oficialismo los convoca todos los lunes y sin embargo no consensúa con ellos una agenda. «Nos enteramos como todos», se resignan.
Cuando era diputado, Javier Milei no avaló el debate que empujaba por aquel el entonces el kirchnerismo para eliminar las PASO. «Este proyecto necesita de una mayoría calificada, 129 votos. El kirchnerismo no tiene los votos y yo no les voy a dar quórum. Es una discusión de casta, que se maten entre ellos«, señaló entonces. Una vez electo, el economista libertario empujó la eliminación de las primarias.
Un diputado que tiene diálogo fluido con Mauricio Macri y con Milei reflexionaba en diálogo con Clarín que todos las fuerzas quisieron eliminar las primarias cuando eran gobierno y desisten de esa idea cuando pasan a la oposición.
En julio, en el entorno más próximo del Presidente volvieron a poner en el menú la reforma electoral, incluido el cambio de sistema, y anticiparon que podrían insistir con ese proyecto en el segundo semestre.
En sus declaraciones, Francos también se refirió al supuesto malestar de Mauricio Macri, que le transmitió a los senadores del PRO que no compartió más cenas con el Presidente. «No es la forma en que yo encararía el tema. No diría si tengo que comer o no milanesas y si tengo que buscar acuerdos comiendo milanesas o no. Lo que yo diría es ‘qué dice la ley de financiamiento universitario, cuánto se gasta hoy, cuáles son los recursos que se piden'», reflexionó el jefe de Gabinete sobre el apoyo del PRO al veto por la ley de fondos universitarios.
En el macrismo sostienen que el Gobierno está especulando con supuestos votos que no tiene para blindar el veto presidencial, como pasó con el aumento para los jubilados. «Muchos de los bloques aliados van a colaborar con ausencias, no con votos«, se quejan. En el PRO se ilusionan con una oferta del Presidente a los gremios superadora antes del martes, cuando fijarán una posición común puertas adentro del bloque.
En la Casa Rosada doblan la apuesta y ratifican que están dispuestos a llevar la flamante ley que el Presidente acaba de vetar a tribunales amparados en la ley de responsabilidad financiera y en el reglamento del Senado, que obligarían a que cada norma incluya de dónde saldrán los fondos.