En una noche helada, La Renga levantó la temperatura en Huracán

Para que más de 30.000 personas no sientan el frío en un estadio a cielo abierto, a la espera de un show y en una de las noches más gélidas que recuerde el cemento de la Ciudad de Buenos Aires, frente a ellos tiene que estar presente una fuerza que despierte su vitalidad. Y por suerte para quienes estuvieron presentes en la cancha de Huracán el pasado martes 1° de julio, frente a ellos tuvieron nada más, y nada menos, que al power trio de Mataderos.

La Renga se presentó en el Estadio Tomás Adolfo Ducó, en lo que fue la segunda de sus tres fechas de lo que representa su vuelta a los escenarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tras 8 años de ausencia. En un clima adverso – con temperaturas que coquetearon con el bajo cero -, Chizzo Nápoli, Tete y Tanque Iglesias fueron los encargados de calentar los miles de corazones presentes en Parque Patricios. Con un show de más de dos horas y media, la banda renovó el setlist de su primer show y volvió a demostrar su vigencia una vez más.

El regreso de La Renga a CABA

La última vez que La Renga se había presentado en la capital del país fue el 30 de agosto de 2017. Ocho años después, la banda volvió al Palacio Ducó con un repertorio renovado que incluyó canciones lanzadas durante el último lustro y que estuvieron repartidas entre un disco (Alejado de la red), la banda sonora de su propia road movie (Totalmente poseídos) y un último single que fue presentado al público como regalo de fin de año, el 29 de diciembre de 2024.

La segunda de sus fechas – del total de tres que fueron anunciadas – mantuvo la esencia que se respira en los banquetes que se realizan hace ya más de 36 años. Ni el frío, ni la fecha puesta en medio de la semana laboral impidieron que miles de fanáticos se presenten en las inmediaciones de Huracán para vivir una fiesta que comenzó desde temprano.

La previa del recital transitó – a pesar de las dudas de los mismos de siempre – sin mayores inconvenientes durante toda la tarde noche del martes. «Disfrutemos el banquete junto al vecino», fue el mensaje que bajaron desde la banda, con pleno conocimiento de que el foco iba a estar sobre cualquier mínimo inconveniente que pueda presentarse y dar lugar a las críticas y el conflicto que tanto tiempo los privaron de tocar en CABA.

Quizá una de las pocas manchas de la noche tuvo lugar en la esquina de Avenida Jujuy y Avenida Colonia, cuando personal de Prevención de la Ciudad, junto a numerosos efectivos de la Policía de la Ciudad, llevaron a cabo un operativo para secuestrar la mercadería de aquellas personas que encuentran un sustento para vivir en la venta de remeras, buzos, camperas, llaveros y más parafernalia relacionada con la banda, como sucede en cada uno de los banquetes.

Con una puntualidad de reloj suizo, el trío argentino salió a tocar exactamente a las 21 horas. Los primeros acordes de Buena Pipa – tema de su disco Alejados de la Red – bastaron para que los presentes descongelaran sus extremidades y comenzaran a saltar.

Al primer tema de la noche le siguió Tripa y Corazón, Buena Ruta Hermano – parte del soundtrack de Totalmente poseídos – y Detonador de Sueños. Una maridaje más que acertado de presentaciones en sociedad de los nuevos lanzamientos con las canciones que llevaron al trío de Mataderos a convertirse en leyendas.

El setlist tuvo canciones para todos los gustos. Fueron seis los temas de los lanzamientos que vieron la luz en los últimos años en una lista que también estuvo plagado de innumerables hits de la banda, así como también de algunos guiños para los fanáticos de toda la vida.

Promediando el quinto tema, hubo tiempo para unas palabras de Chizzo, quien nunca escapa a hacer alguna acotación sobre el contexto que lo rodea. El cantante, que más que hablar parece que le ruge a su público, tuvo unos segundos para poner el foco sobre los conflictos sociales que se viven a flor de piel en la Argentina de Javier Milei.

Si el sábado el reclamo fue que hay «mucha crueldad, que está muy de moda insultar por las redes sociales«, el martes el cantante cuestionó: «¿Que pasa con los viejitos que los tienen abandonados?¿A los chicos que están enfermos? Vamos un poco de cariño, un poco de empatía loco».

«No van a hacerme creer que es un caso perdido», sentenció el cantante y guitarrista antes de hacer sonar los primeros acordes del tema – casi homónimo – que está incluido en el álbum Perdidos en la red y que en su estribillo reza: «Y el mundo está enloquecido /¿No ves? / Parece un caso perdido / Ya sé / Y cada vez que respiro / Me ves / Le estoy diciendo que sigo/ De pie / Otra vez«.

No es ninguna novedad decir que La Renga en vivo es una verdadera aplanadora. Sin embargo, y más allá de la costumbre, es un dato que merece ser destacado en cada una de las crónicas que se escriban de la banda. No es normal que tres hombres – que ya rondan los 60 años – tengan tanta facilidad para contagiar a su público de siempre y sorprender a las nuevas generaciones que se acercan por primera vez. Será entonces un merecido cliché escribir (y volver a hacerlo) sobre los kilómetros que recorre en el escenario el incasable Gabriel «Tete» Iglesias – quién además tenía puesta su típica vestimenta, poco apropiada para el clima hostil del pasado martes -, sobre la voz vigente y furiosa de Gustavo «Chizzo» Nápoli, o los golpes duros y certeros de Jorge «Tanque» Iglesias en la batería.

Con más de medio show adentro, Chizzo presentó una seguidilla de tres temas – una «trifásica pesada» como el mismo describió – que marcó uno de los puntos altos de la noche y que incluyó un homenaje a una leyenda del Rock and Roll argentino. La misma comenzó con Caricias de asfalto, seguido sin parar por Arte infernal para culminar con Total que, un tema original de la mítica banda Vox Dei que fue entonado por todo el estadio en honor a «Willy» Quiroga, fundador, bajista y cantante del mencionado grupo, quien falleció el 21 de noviembre de 2024 a sus 84 años.

Tras dos horas de recital, la banda se tomó un parate mientras la gente disfrutaba en las pantallas de algunos fragmentos de la película documental (Totalmente poseídos), antes de iniciar los momentos finales de la noche.

El cierre fue a todo pulmón y contó con «Somos los mismos de siempre«, «Oscuro Diamante«, «El final es en dónde partí» y la tradicional «Hablando de la Libertad» para despedirse. Así, el trío cerró una gran segunda fecha en CABA en donde el frío fue solo una anécdota gracias al calor que emana La Renga, y su público, hace ya más de 30 años.

El setlist completo del show de La Renga en Huracán, martes 1° de julio: