Un hombre de 33 años fue encontrado sin vida en la vía pública con múltiples heridas de arma blanca en el tórax, en el barrio porteño de Belgrano. Por el hecho, fue detenida su pareja, una mujer de 40 años, que se encontraba junto al cuerpo al momento del hallazgo.
El episodio ocurrió durante la madrugada de este jueves, en la esquina de la avenida Cabildo y Roosevelt. Fuentes policiales informaron a NA que efectivos de la Comisaría Vecinal 13 A de la Policía de la Ciudad llegaron al lugar tras recibir un alerta sobre una persona tendida en la vereda.
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Al llegar al lugar, encontraron al hombre gravemente herido y convocaron al SAME, cuyo personal médico confirmó el fallecimiento. A pocos metros del cuerpo, estaba la pareja de la víctima y en el lugar se encontró un cuchillo de cocina.
Según el testimonio de la mujer, ambos se encontraban en su departamento, ubicado en Ciudad de La Paz y Rivera, cuando mantuvieron una discusión que habría llevado al hombre a autoinflingirse las heridas con el cuchillo. De acuerdo a su relato, el hombre malherido habría bajado hasta la calle donde cayó inconsciente.
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La causa quedó a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°14, que encabeza el juez Edmundo Rabbione, quien ordenó la inmediata detención de la mujer y el despliegue de la Unidad Criminalística Móvil para peritar la escena.
Los investigadores pusieron en duda la versión de la mujer y encontraron manchas de sangre en la puerta del edificio, en el ascensor y en el departamento. Mientras tanto, siguen trabajando para determinar las circunstancias exactas del hecho y confirmar o descartar la hipótesis del suicidio.
Por su parte, vecinos del barrio contaron que la pareja tenía una relación “tóxica” y que era habitual escucharlos discutir a los gritos durante la noche. «Era inevitable, eran muy violentos», dijeron a TN.
«Yo vivo acá en la esquina, a 20 metros. El departamento era de la chica, su madre le había dejado la casa y tenía problemas de adicción. Vino el novio que le decía gritando que le abra. Era tóxico, se cagaban a palos. Hace mes y medio se agarraron en la puerta. El pibe iba y venía. Había noches en las que no podíamos dormir por los gritos», relató otro testigo.
MC/ff