Más de un centenar de barrios cordobeses participaron recientemente en la renovación de autoridades de sus centros vecinales. La mayoría de estas elecciones se realizó con buena participación vecinal y un marcado interés por parte de las comunidades, que buscan canalizar sus demandas a través de estos espacios de representación barrial.
En cuatro instancias, 29.466 cordobeses votaron en las pasadas elecciones de Centros Vecinales de la ciudad de Córdoba. Las elecciones se realizaron el 27 de abril, 11 y 18 de mayo y 1 de junio.
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De los 400 centros vecinales reconocidos oficialmente, 348 habrán renovado sus autoridades durante este ciclo 2024-2025. Según datos de la Subsecretaría de Gestión Vecinal, 58 de ellos lo hicieron mediante elección directa con más de una lista en competencia, mientras que en 286 casos se presentaron listas únicas, lo que llevó a proclamaciones automáticas sin necesidad de votar.
Muchos centros vecinales peronistas
En cuanto a los resultados, el oficialismo capitalino logró una amplia ventaja. De las elecciones con competencia, 50 fueron ganadas por listas asociadas a espacios vinculados con el peronismo o sectores afines. Solo ocho centros vecinales escaparon a esa lógica. El caso más resonante fue el de los barrios Kennedy y Ampliación Kennedy, en el sur de la ciudad, donde se impuso una nómina con fuerte presencia radical. Otro ejemplo llamativo fue Villa Adela y Las Playas, donde se alzó con el triunfo una agrupación puramente vecinalista, sin adscripción partidaria reconocida.
La participación ciudadana en los comicios fue diversa según el barrio, pero desde el municipio destacan un crecimiento en la cantidad de vecinos involucrados, tanto en la organización previa como en el acto electoral mismo. Las autoridades locales consideran que este proceso dejó aprendizajes importantes para fortalecer la red comunitaria y profundizar la descentralización de decisiones.
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Sin embargo, no todo fue armonía. Algunas disputas siguen abiertas y reflejan el costado más conflictivo del proceso. Tal es el caso del tradicional barrio Güemes, donde la Dirección de Asuntos Vecinales decidió suspender la elección luego de recibir impugnaciones cruzadas entre las listas en competencia. Una situación similar se vive en el Cerro de las Rosas, donde el enfrentamiento entre dos sectores mantiene empantanada la definición. Desde la cartera municipal aseguran que intentarán normalizar ambos casos a la brevedad.
Voces de la oposición
En paralelo, partidos de la oposición como la UCR y el juecismo plantearon objeciones durante varias etapas del proceso. Cuestionaron la rigidez de las exigencias administrativas para presentar listas y denunciaron una supuesta falta de transparencia en las juntas electorales. La Secretaría de Fortalecimiento Vecinal, encabezada por Héctor «Pichi» Campana, desestimó estas críticas, asegurando transparencia en todo el proceso. Respondió que todas las instancias fueron revisadas conforme a la normativa vigente y desestimó cualquier irregularidad.
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También hubo voces desde las propias organizaciones barriales que intentaron desmarcarse de las lecturas partidarias. Referentes de listas ganadoras aseguraron que sus agrupaciones están integradas por vecinos con diferentes posturas ideológicas y que el trabajo territorial supera las etiquetas políticas tradicionales. Esa heterogeneidad también se observa en aquellos centros donde se presentó una sola lista, fenómeno que muchos interpretan como un signo de desgaste del modelo tradicional de representación.
En este marco, el intendente Daniel Passerini observa con atención el tablero territorial que va dejando la contienda vecinal. Como parte del proyecto de consolidación del Partido Cordobés, estos resultados son una herramienta clave de cara a las elecciones de medio término. El oficialismo, que ya enfrenta tensiones económicas y una reestructuración de gabinete, busca en el territorio un respaldo firme para sus próximas apuestas políticas.