Mientras el primer equipo de Independiente disfruta de un presente alentador en lo deportivo, fuera de las canchas la realidad institucional del club continúa generando preocupación. Este viernes, el Departamento de Fútbol de la sede Capital, ubicada en Avenida Boyacá 470, anunció la suspensión total de actividades por tiempo indefinido debido a la falta de pago al personal.
La decisión impacta directamente a más de mil deportistas que desarrollan actividades en el lugar, donde desde hace casi 30 años se dictan disciplinas como fútbol infantil, futsal, hockey y otros deportes sociales. En un comunicado, el área responsable expresó que entrenadores, profesores, ayudantes y coordinadores llevan dos meses sin cobrar sus sueldos y que no hay ninguna fecha estimada para la regularización de los pagos.
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“El compromiso con el club sigue siendo firme e intachable, pero no podemos permitir ver vulnerados nuestros derechos laborales”, indica el texto difundido, que también detalla que la medida de fuerza fue consensuada ante la falta total de respuestas de la dirigencia.
El contraste es notorio: en lo futbolístico, el Rojo marcha puntero en el Grupo B del Torneo Apertura 2025 de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) y mantiene la ilusión de pelear en la Copa Sudamericana, a pesar de la derrota ante Nacional Potosí en el debut. Sin embargo, las finanzas del club siguen dando señales de desequilibrio, con una deuda general que aún arrastra pasivos millonarios y compromete el funcionamiento de diferentes áreas.
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La sede de Capital, inaugurada el 1 de julio de 1995, cumple este año tres décadas de funcionamiento, pero atraviesa uno de sus momentos más difíciles. Por ahora, la incertidumbre reina entre trabajadores, familias y deportistas que no saben cuándo podrán retomar sus actividades.
La dirigencia del club aún no se manifestó públicamente respecto a este conflicto, lo que alimenta el malestar entre los empleados afectados y también entre los socios que utilizan regularmente las instalaciones. La situación, si no se resuelve pronto, podría escalar en tensión y dejar al descubierto nuevas grietas en la administración institucional del club de Avellaneda.
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