Jésica Cirio volvió a estar en el centro de todas las miradas en los últimos días, luego de la sorpresiva detención de su esposo Elías Piccirillo, implicado en una causa por estafa y robo, además de haber quedado envuelto en el supuesto delito de haberle plantado un arma y cocaína. Todo un verdadero escándalo.
Muchos ojos se sitúan sobre la actualidad que vive Jésica, que incluso se encuentra bajo la lupa de la Justicia por su relación y vínculo con Piccirillo. Ahora bien, en medio de tantas versiones que giran alrededor de su figura, Ángel de Brito hizo un particular comentario sobre la modelo, recordando una antigua anécdota que atravesó con ella.
El relato tuvo lugar este viernes 28 al mediodía en el programa que De Brito tiene en Bondi Live, el canal de streaming que lidera. Con Marixa Balli como una de las invitadas al ciclo, en un pasaje comenzaron a recordar diferentes historias del pasado y el conductor reflotó una situación que vivió durante las primeras ediciones del Bailando.
“¿Viste la gente que no te saluda y cuando los exponés empiezan a ser educados? ¿Sabés con quién me pasó?”, introdujo Ángel con su intrigante y filosa personalidad. Ante la fuerte curiosidad que despertó en su panel, comenzó a desarrollar: “Estábamos en el Bailando… pero era minúsculo, de la mesa hasta acá, hasta el vidrio más o menos… era muy chiquito”, dijo mientras exponía las dimensiones del lugar comparándolo con su estudio.
LA FEA EXPERIENCIA QUE TUVO ÁNGEL DE BRITO CON JÉSICA CIRIO EN EL BAILANDO
“Por ahí pasaban todas ustedes que bailaban, los jurados, los productores… Yo estaba ahí apostado porque hacía las notas para lo de Josema (Listorti). Pasaba Marixa, me saludaba… pasaba Carla (Conte), me saludaba… pasaba Laura Fidalgo y ‘hola, ¿cómo andás?’”, continuó el conductor, antes de lanzar su fuerte acusación.
“Una sola… estrella y figura… muy conocida… no saludaba nunca. Un día, estaba charlando con el Chato (Prada) y con (Fede) Hoppe en ese pasillo y vino. Paró. Un beso al Chato, un beso a Hoppe, un beso a vos… ‘Hola Ángel, ¿cómo andás?’… porque aparte nos conocíamos… no es que éramos desconocidos”, siguió De Brito.
Y sentenció: “Era la mismísima señora de Insaurralde y de Piccirillo, Jésica Cirio”. Entonces comenzó a profundizar sobre la actitud de Cirio: “‘¿Qué le pasa a esta pelotu… que pasa y no saluda?’. Hasta que un día la agarré y le dije ‘Che boluda, pasá y saludá…’ y me dice ‘Ay perdón, es que yo soy muy colgada… vengo pensando en lo mío’”.
Entonces Ángel reveló cómo Jésica cambió su actitud desde entonces: “A partir de ese momento me saludó siempre y de la mejor manera”.