El Día Mundial de la Felicidad se conmemora el 20 de marzo, con el objetivo de concientizar acerca de la importancia del bienestar de las personas. Este sentimiento es considerado como un estado anímico esencial para todo ser humano, el cual puede ser experimentado a través de diferentes estímulos.
Este día también busca enviar un mensaje de esperanza y solidaridad a quienes sufren por conflictos, hambre y desigualdad. Además, es un recordatorio a los líderes mundiales de la necesidad de fomentar un nivel de vida que integre la igualdad y el bienestar en la vida diaria.
En 2012, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) impulsó celebrar la felicidad cada año en esta fecha durante una reunión que se llevó a cabo en Bután. Esta nación sirvió de ejemplo para la jornada, puesto que declaró este estado de ánimo como un valor esencial y un derecho vital, más importante que los ingresos. Es así que este país creó el concepto de Felicidad Nacional Bruta.
El origen de esta celebración se remonta al Reino de Bután, donde se introdujo el concepto de Felicidad Nacional Bruta (FNB) como un indicador del nivel de vida, complementario al Producto Interno Bruto. La FNB se basa en aspectos como el bienestar psicológico, la salud, la educación, y la vitalidad comunitaria. En 2015, la ONU estableció los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con metas enfocadas en erradicar la pobreza, minimizar la desigualdad y proteger el planeta.
Para celebrar este día, se pueden realizar diversas actividades personales y colectivas. Entre ellas, practicar deportes para liberar endorfinas, mejorar la autoestima, rodearse de gente positiva, vivir el presente con gratitud y aprender a perdonar. Estas acciones no solo conmemoran la fecha, sino que contribuyen a construir una cultura de felicidad y satisfacción en la sociedad.
Hábitos para mejorar el estado de ánimo y el bienestar
Para alcanzar una sensación de felicidad constante, es fundamental incorporar ciertos hábitos en la vida diaria. A continuación, se detallan algunas acciones recomendadas:
– Conversar con alguien o realizar terapia: compartir pensamientos y emociones con otra persona puede proporcionar apoyo emocional y mejorar la perspectiva personal.
– Practicar ejercicio físico: la actividad física estimula la liberación de endorfinas, reduce el estrés y mejora el estado de ánimo.
– Disfrutar del tiempo libre: dedicar momentos al ocio y al descanso ayuda a reducir la tensión acumulada y favorece el equilibrio emocional.
– Fomentar las relaciones sociales: diversos estudios han demostrado que contar con lazos afectivos sólidos mejora la salud mental y el bienestar general.
– Escribir pensamientos negativos: plasmar emociones en un diario o cuaderno puede ayudar a procesarlas y evitar el autosabotaje.
– Mantener un descanso adecuado: dormir al menos siete horas por noche favorece la salud cerebral y contribuye a un estado de ánimo positivo.
– Practicar el perdón: dejar atrás rencores y pensamientos negativos puede mejorar la calidad de vida y reducir el estrés.
– Meditar regularmente: la meditación se ha convertido en una herramienta eficaz para disminuir la ansiedad y mejorar la concentración.
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