Esteban Domecq ofreció un panorama exhaustivo de la economía argentina, centrando su análisis en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y su impacto en el programa económico en curso: «La negociación con el FMI es un hecho bisagra», sentenció, anticipando un desenlace que marcará el rumbo de la economía en el corto y mediano plazo.
En el marco del Comité de Inversiones organizado por la ALyC, el economista describió que este 2025 es un año que en donde “hoja de ruta es acotada”, teniendo en cuenta las elecciones de octubre. En ese marco, el acuerdo con el FMI es un elemento crucial para el futuro de la economía argentina. Durante el zoom con más de 200 empresarios e inversionistas, el economista planteó posibles desenlaces, aunque consideró que el escenario más probable es una transición que maximice los desembolsos, manteniendo el esquema cambiario actual.
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Domecq presentó sus proyecciones para 2025, anticipando un crecimiento del 4,5% del PBI, en línea con el consenso de mercado. “La economía se está recuperando, pero el principal restricción es la disponibilidad de dólares”, destacó como un desafío de los próximos meses.
El Programa Económico en marcha
Domecq comenzó su exposición recordando la difícil herencia que recibió el gobierno de Javier Milei a fines de 2023. “Argentina acumulaba capas y capas de problemas estructurales y coyunturales”, señaló el directivo de Invecq, destacando que el programa económico se basa en cuatro pilares fundamentales: ajuste fiscal, normalización financiera, monetario e inflación.
Ajuste Fiscal: Ya se logró un «ajuste fiscal sin precedentes», transformando un déficit de 4,6 puntos del PBI en un superávit de 0,3. «Este ajuste se basa en una fuerte caída del gasto público, especialmente en obra pública, subsidios económicos y gastos de funcionamiento».
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Normalización Financiera: Se busca restaurar el acceso al crédito, aunque el riesgo país aún se mantiene elevado. «El mercado está atento al perfil de vencimientos de deuda en moneda extranjera y a la negociación con el FMI», afirmó Domecq.
Frente monetario: reconoció que los 20 mil millones de dólares del “Blanqueo de Capitales” ayudaron a equilibrar las finanzas y el balance del Banco Central, aunque destacó que el país sigue dependiendo de lo que pueda generar el agro, sector que vivirá otro año “complicado, con precios bajos y con una merma de 3 mil millones de dólares en su aporte a la balanza comercial”.
La explotación de Vaca Muerta es importante, pero no alcanza a compensar el déficit de otros sectores. «La normalización de la actividad económica demanda más dólares de los que genera el sector energético», advirtió Domecq
Inflación: Domecq recordó que en abril de 2024 se alcanzó un pico interanual del 289%, pero desde entonces ha comenzado a ceder. «Hoy estamos viendo una inflación mensual del 2%, lo que marca un avance importante en el proceso de estabilización», señaló. No obstante, el economista advirtió que el camino hacia la estabilización total aún es largo y está lleno de desafíos: “El sinceramiento de los precios relativos ha sido un avance importante, pero la inflación del 2% mensual sigue siendo un problema”, afirmó.
Se busca sincerar los precios de la economía, que se encontraban distorsionados. Sin embargo, Domecq señaló que «el tipo de cambio se encuentra en una zona baja, lo que genera una estabilización forzada y tensiona el esquema económico».
El escenario global: un mundo complejo
El segundo gran condicionante que analizó Domecq fue el escenario global. «El mundo está extremadamente difícil en diversos frentes: geopolítico, comercial y financiero», afirmó. En particular, destacó el impacto de la política económica de Donald Trump en Estados Unidos, que ha generado incertidumbre en los mercados internacionales.
“La inflación en Estados Unidos ha vuelto a emerger, lo que ha llevado a la Reserva Federal a mantener tasas de interés elevadas”, explicó Domecq. Este fenómeno, sumado a la escalada de la guerra comercial impulsada por Trump, ha generado un escenario de alta volatilidad en los mercados globales. «Estamos viendo dos fuerzas contrapuestas: por un lado, un enfriamiento de la economía estadounidense, y por otro, presiones inflacionarias derivadas de los aranceles”, señaló.
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Para Argentina, este contexto global tiene un impacto directo a través de dos canales: el tipo de cambio y los precios de los commodities. «El dólar se ha fortalecido (aunque está corrigiendo en estos días) frente a las monedas emergentes, lo que complica la competitividad de nuestras exportaciones», explicó Domecq. Además, los precios de los productos agrícolas se encuentran en niveles históricamente bajos, lo que representa un shock externo negativo para el país.
El escenario político: elecciones y tensiones
Un condicionamiento clave para Domecq es el escenario político local, marcado por las elecciones de octubre de 2025. “En un año electoral, es esperable que las tensiones políticas aumenten”, señaló el economista, quien recordó que, en los últimos años, los oficialismos han tenido dificultades para ganar elecciones en un contexto de estancamiento económico e inflación creciente.
“El gobierno sabe que su principal activo es la baja de la inflación, y que el resultado electoral dependerá en gran medida de su capacidad para controlarla”, afirmó Domecq. En este sentido, destacó que la batalla contra la inflación se juega en el frente cambiario, donde la negociación con el FMI es clave.