El ministro de Economía, Luis Caputo, defendió este viernes la decisión del Gobierno de sacar por Decreto de Necesitad y Urgencia (DNU) el acuerdo con el FMI y así evitar el debate en el Congreso. El ministro justificó que en menos de una semana incumplieron lo que dijo el presidente en la apertura de sesiones que se enviaría un proyecto al Congreso. Como señaló Myriam Bregman, dirigente del PTS en el Frente de Izquierda, “estamos al borde de una nueva estafa piramidal. Una ilegalidad no se sanea con otra ilegalidad”.
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En declaraciones a LN+ el ministro afirmó que “la gente quiere salir de las restricciones cambiarias, tener mejores salarios… Seamos francos: si mandábamos esto a las dos cámaras, donde en el Senado hay mayoría kirchnerista y el kirchnerismo quiere que al país le vaya mal, se iba a demorar y mucho. Y no es un tema que se puede demorar y mucho, no podemos estar dando vueltas, es lo mejor para la gente. Hay necesidad y urgencia en esto”. En realidad la urgencia la tiene el Gobierno que necesita dólares, las reservas del Banco Central están en rojo y salen más divisas de las que ingresan al país como deja en evidencia los 8 meses seguidos de déficit de la cuenta corriente. Un acuerdo con el FMI vendrá de la mano de más ajuste para honrar la deuda, no para mejorar los salarios como miente el ministro.
El ministro evitó precisar cuánto dinero otorgará el organismo al país, pero aseguró que ya «están definidos el programa y el monto». «Hemos modelado muchos escenarios para aprobarlo, el staff estuvo de acuerdo y ahora lo manda al board, que decide si le pone el gancho”, añadió. Una vez más no se conoce la letra chica de un acuerdo con el FMI, que como es historia conocida para el país, siempre exige recorte, devaluación, reforma laboral y previsional.
Caputo también insistió con que el FMI «nunca pidió una devaluación» como parte de las condiciones para aprobar este nuevo acuerdo. Es llamativo porque el Fondo se niega a que sus dólares se dilapiden para sostener el tipo de cambio como lo está haciendo el Gobierno.
“Toto” Caputo agregó que este acuerdo «implicará una operación de crédito público mediante la cual el Tesoro Nacional cancelará deuda existente con el Banco Central» y aseguró que «el resultante neto de esta operación implicará una reducción del total de la deuda pública». Pero esta afirmación oculta que esa deuda solo cambia de acreedor, en vez de ser el Tesoro ahora el acreedor será el FMI, que impone condiciones. Como advirtió el especialista Christian Buteler en la red social X “tomamos deuda con el FMI y cancelamos con el BCRA. Esos dólares luego se van por la cuenta corriente cambiaria (se fueron U$S 8.200 millones en los últimos 8 meses) perdiendo los dólares pero quedándonos con una deuda exigible y que impone condiciones”.
Hay que rechazar el acuerdo con el FMI
Myriam Bregman, dirigente del PTS en el Frente de Izquierda, describió detalladamente en la red social X la ilegalidad de la deuda gobierno tras gobierno.
La diputada sostuvo que “saben que opino que la deuda es ilegítima, un mecanismo de dominación, pero hay que destacar que contraerla o renegociarla por DNU es especialmente una arbitrariedad atroz”.
Bregman afirmó que “al Congreso solo le quedará aprobar o rechazar la estafa ya consumada. El procedimiento es claro, el art. 75 incs. 4° y 7°CN establece que corresponde al Congreso: 4. Contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación (…) 7. Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación. Y el art. 76 dispone que: «Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo en materias determinadas de administración o de emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que el Congreso establezca…»”
La dirigente del PTS destacó que “la deuda contraída por Macri y que ahora quiere ser renegociada, ampliada, quebranta la legislación vigente. Esto ya no solo lo decimos nosotros, sino que hay un dictamen de la AGN que lo afirma. “Fin”, diría el vocero. Que la jueza Capuchetti se haya sentado sobre la causa judicial que impulsamos hace años para que se investigue la estafa de esa deuda, tampoco la legitima”.
“La llamada “Ley Guzmán”, más allá de lo dicho, no cuestiona una de las bases del problema que es la entrega de soberanía que rige desde la dictadura, donde el rol asignado al Congreso es el de “una escribanía” para que garantice las operaciones del capital financiero internacional que saquea nuestro país y que tiene en la prórroga de jurisdicción una gran palanca. Es decir, que nuestro futuro está en manos de tribunales extranjeros y de los intereses de esas potencias”, añadió Bregman.
“El nuevo préstamo del FMI responde a sus intereses políticos, nuestra respuesta debe ser contundente: rechazar en el Congreso y en la calle”, concluyó la diputada.
Estamos al borde de una nueva estafa piramidal. Una ilegalidad no se sanea con otra ilegalidad.
Saben que opino que la deuda es ilegítima, un mecanismo de dominación, pero hay que destacar que contraerla o renegociarla por DNU es especialmente una arbitrariedad atroz. Al Congreso…— Myriam Bregman (@myriambregman) March 7, 2025