Las recientes deportaciones masivas de migrantes mexicanos desde Estados Unidos han generado un amplio debate en la opinión pública. Entre las historias más conmovedoras, destaca la de un granjero de Colorado, quien a través de una transmisión en vivo en TikTok, expresó su angustia por la repentina desaparición de siete de sus trabajadores, todos de origen latinoamericano y mexicano.
El agricultor relató que sus empleados dejaron de presentarse a trabajar en su rancho y, al acudir a sus hogares en busca de respuestas, no encontró rastro de ellos.
“Presiento que no están bien. Ellos son como mis hermanos, siempre les daba sus regalos de Navidad”, comentó con la voz entrecortada, visiblemente afectado por la situación.
En su testimonio, el granjero resaltó la importancia de estos trabajadores en su producción diaria, describiéndolos como personas responsables y comprometidas con el trabajo. “Espero que se reporten pronto, que me digan si están bien. No quiero perderlos, son buenos empleados, no le temen al trabajo. No son criminales”, enfatizó.
Más allá del impacto emocional, el agricultor explicó que la ausencia de estos empleados ya está afectando su producción. “Ahora tengo problemas con mi ganado, no hay quién me ayude. La gente no quiere salir a trabajar”, lamentó.
El testimonio del granjero rápidamente se viralizó en redes sociales, generando un intenso debate sobre las políticas migratorias y sus efectos en la economía de Estados Unidos. Numerosos usuarios han señalado que la falta de mano de obra migrante podría desencadenar una crisis en el sector agrícola, ya que muchos empleadores dependen de trabajadores extranjeros para mantener sus operaciones.
Este caso es solo un reflejo de la creciente preocupación en el campo estadounidense por las recientes deportaciones y la falta de alternativas laborales para suplir la ausencia de los trabajadores migrantes. Mientras tanto, el granjero sigue esperando noticias de sus empleados, con la esperanza de que se encuentren a salvo y puedan regresar a sus labores.
La historia ha servido para visibilizar la importancia de la comunidad migrante en la economía agrícola de Estados Unidos, dejando claro que su ausencia podría traer consecuencias graves tanto para la producción de alimentos como para los propios agricultores que dependen de su trabajo.