Con una mochila llena de experiencias y una hoja de ruta marcada por el trabajo, Diego Dabove inicia su ciclo al frente de Tigre. Su debut no será uno más: enfrentará al último campeón, Vélez en la primera fecha del Torneo Apertura 2025, en un desafío que promete medir de inmediato el potencial de este nuevo entrenador Matador. En una entrevista exclusiva con Olé, el flamante deté dejó definiciones claras sobre sus objetivos, su filosofía de trabajo y el vínculo con los hinchas.
El debut soñado… y desafiante
No hay tiempo para introducciones suaves. En su primer partido, Dabove tendrá enfrente al equipo dirigido por Sebastián Domínguez, quien hasta hace poco ocupaba su lugar en Victoria. Consultado sobre esta particularidad, Dabove comentó: “Iniciar el torneo y el ciclo este en Tigre contra Vélez, el último campeón, nos genera la motivación de que sabemos que necesitamos hacer un gran año y el desafío de medirnos rápido contra un gran equipo”.
Dabove, nuevo entrenador del Matador.
Respecto a su relación con Domínguez, quien ahora dirige a Vélez, agregó: “No hablé con Seba, le deseo un gran año en Vélez. El buen trabajo que hizo en Tigre y la idea que mostró el equipo lo llevó a dirigir al último campeón y es un mérito muy grande eso”.
Filosofía de trabajo: paciencia con los juveniles y construcción gradual
Dabove se distingue por su enfoque metódico y una filosofía que combina planificación con resultados inmediatos. Aunque tiene en alta estima a los juveniles, insiste en que su integración al primer equipo debe hacerse con calma: “Creo que en esta etapa de construcción del equipo y del grupo, con una pretemporada corta y un inicio de torneo rápido, nos obligará a planificar muy bien. Hay que ir equilibrando el grupo desde lo físico y, conjuntamente, ir logrando una idea futbolística”, expresó.
En el camino, también está el desafío de identificar el momento adecuado para darles minutos a los más jóvenes: “En ese proceso, obviamente tiene que aparecer rápido el sumar puntos, pero también ir conociendo a los juveniles y viendo en qué contexto se les puede dar minutos, como nos pasó el año pasado en Instituto con Requena, Dubersasky y Puebla. Es un proceso que lleva tiempo y planificación”.
Dabove viene de Instituto y allí hizo jugar a varios pibes en Primera, algo que seguramente lo hará en Tigre (Prensa Instituto)
Tiempo y resultados: una ecuación difícil
La construcción de un equipo competitivo es, sin dudas, uno de los principales retos para el DT: “Nunca se sabe cuánto tiempo tomará lograr un equipo competitivo porque el fútbol es muy variable y constantemente tira lo que dicen los libros por la ventana”, confesó. Sin embargo, sabe que los tiempos en el fútbol argentino son implacables: “Lo lógico es que lleve un tiempo engranar todo, pero sabemos que tiene que ser rápido porque se necesita de los resultados”.
Lecciones del pasado: Huracán e Instituto como trampolines
El recorrido de Diego Dabove en los últimos años fue intenso, pero formativo. En Huracán logró clasificar al equipo a la Copa Libertadores, mientras que en Instituto trabajó en condiciones complejas que lo llevaron a madurar como técnico: “Las últimas experiencias, el año en Huracán y el año y nueve meses en Instituto, nos fueron dejando madurez y crecimiento como cuerpo técnico. Ese crecimiento que te da el día a día y los distintos contextos complejos y difíciles siempre te hacen madurar y crecer”, reflexionó.
Conexión equipo-hincha: la clave para el éxito
Dabove tiene claro que la relación entre el equipo y la hinchada será fundamental para construir un proyecto exitoso en Tigre. Su mensaje para los hinchas fue directo y emotivo: “Intentaremos rápido ser un equipo con el que la gente se identifique, un equipo que contagie y le genere buenas sensaciones al hincha. La conexión equipo-hincha es clave; esa energía que se genera es fundamental”.
El pasado reciente de Tigre y un mercado movido
La llegada de Dabove a Victoria se produce tras la salida de Sebastián Domínguez, quien dirigió 30 partidos con un rendimiento irregular. Tigre decidió apostar por un técnico con mayor experiencia en el fútbol argentino, y Dabove firmó contrato hasta diciembre de 2025. Aunque es su debut como entrenador del club, ya conoce el Matador: entre 2012 y 2013 fue entrenador de arqueros bajo el mando de Néstor Gorosito.
Diego Dabove trabajó en Tigre durante el primer semestre del 2013 cuando fue entrenador de arqueros del cuerpo técnico de Pipo Gorosito.
Altas: Héctor Fértoli (a préstamo de Racing), Federico Tevez (compra a Quilmes), Gonzalo Piñeiro (a préstamo de Estudiantes LP), Julián López (a préstamo de Defensa y Justicia), Elías Cabrera (a préstamo de Vélez), Lucas Besozzi (a préstamo de Lanús), David Romero (a préstamo de Talleres), Maximiliano Zalazar (a préstamo de Boca), Alan Barrionuevo (Riestra), Ignacio Russo (a préstamo de Rosario Central), Joaquín Laso (libre de Independiente) y Jabes Saralegui (a préstamo de Boca).
Saralegui, uno de los refuerzos top para el Tigre de Dabove. Llega a préstamo desde Boca (Prensa Boca).
Bajas: F. Monzón, Agustín Cardozo (libre a Lanús), Pablo Minissale (Argentinos/D. Madryn), L. Miranda, Gian Nardelli (libre de Vinotinto de Ecuador), Facundo Ferreyra (libre), E. Forclaz, T. Fernández, M. Espíndola, N. Contín, Genez, Tomás Lecanda (a préstamo a San Martín SJ), Brian Leizza (a préstamo a Los Andes), Tomás Galván (volvió a River) y Tomás Cavanagh (volvió a Vélez).
Huracán jugó amistosos en el Ducó ante Tigre con la presencia de Mazzanti, uno de los codiciados en el mercado de pases en Argentina (Foto: Prensa Huracán).
El desafío del último campeón
El debut ante Vélez no solo pone a prueba al plantel, sino también al propio Dabove. El técnico tendrá que demostrar que puede aplicar las enseñanzas de su carrera en un equipo que aspira a consolidarse en la Liga Profesional después de que el club sufrió bastante en las últimas temporadas.
Con más de 260 partidos dirigidos, Dabove llega con un porcentaje de efectividad del 50,06%, acumulando 104 triunfos, 80 empates y 77 derrotas. Su mejor logro fue el subcampeonato con Godoy Cruz en la temporada 2017-2018. Ahora, su objetivo es claro: construir un Tigre competitivo que pueda volver a pelear en un Apertura que clasifica a ocho equipos por zona y que le da más posibilidades a los equipos con menos vidriera de pelear el título.
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