Este viernes se dio a conocer la restitución del nieto 138, una noticia que fortalece la lucha por los derechos humanos ante los avances del negacionismo gobernante.
En defensa de los derechos humanos
Cada restitución, cada nieto encontrado es la cruda demostración de los ultrajes que cometió la última dictadura. También así, de la lucha que llevaron durante todos estos años el pueblo y los organismos de derechos humanos para reconstruir cada historia y devolverle la identidad a quienes los militares se la arrebataron.
“Cada caso que se resuelve tiene detrás muchos años de trabajo de varias instituciones y personas”, explica el titular de la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado, Pablo Parenti.
Por medio de la confirmación de ADN se encontró al hijo de Marta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, pareja secuestrada el 10 de diciembre de 1976 y trasladada al centro clandestino de aniquilación y exterminio de la ESMA.
El día del secuestro, la familia de Marta recibió un llamado a la noche, para que vayan a buscar a Diego, el hijo de 3 años de Marta, que se encontraba en una comisaría en Villa Ballester. Pero nunca hubo noticias sobre el hijo que esperaba Marta que cursaba un embarazo de ocho meses y medio.
Abuelas estima que en la ESMA se produjeron unos 30 nacimientos, entre ellos, el del hijo de Marta y Juan Carlos sería uno de los primeros de lo que se convertiría en un sistema de aquel régimen atroz.
La primera denuncia sobre este caso llegó a Abuelas en 1988, y en 1999 la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) empezó a reconstruir la historia de la familia Villamayor-Pourtalé. Toda la búsqueda culminó este jueves, cuando el juez Rafecas convocó al nieto 138 para confirmarle que era hijo de Marta y Juan Carlos.
La causa se encuentra en trámite, pero se sospecha que no fue apropiado por integrantes de la fuerza y se investiga una adopción irregular.
En la actividad realizada en la ESMA para difundir el hecho, Estela De Carlotto señaló: “El delito más aberrante de la dictadura se hace evidente en cada restitución: mantener viva a una mujer embarazada, someterla a las peores vejaciones hasta dar a luz a su bebé en condiciones inhumanas para luego robarle a su hijo y sustituir su identidad. Aunque tarde, con este encuentro, este crimen cesa. El pueblo argentino ya ha repudiado estos crímenes horrendos”.
Además apuntó a la avanzada del gobierno contra los organismos de derechos humanos: “Celebramos la restitución del nieto 138 y desde Abuelas pedimos que se sostenga el trabajo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, una herramienta imprescindible para la defensa de estos derechos fundamentales”.
Por su parte, Taty Almeida declaró: “Le preguntaría a Villarruel si está de acuerdo con que sus amigos se hayan apropiado de bebés”.
Posteriormente al acto por la restitución, a las 17 horas, se realizó un abrazo simbólico en la ex ESMA en contra de la política de vaciamiento y desmantelamiento que lleva adelante el gobierno en los espacios de memoria.
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Una demostración más de lo arraigada que esta la lucha por la memoria, la verdad y la justicia en grandes franjas de nuestro pueblo, y que por lo tanto estaremos en las calles enfrentando cada medida negacionista y antiderechos que desee aplicar el poder de turno.