Abu Mohamad al-Golani, el líder del grupo terrorista islámico que derrocó al régimen de Bashar al Assad en Siria, declaró el lunes que Siria no será utilizada como plataforma de lanzamiento para ataques contra Israel, y expresó su compromiso con el acuerdo de 1974 que estableció una zona desmilitarizada en el territorio sirio como zona de amortiguamiento entre ambos países.
«Estamos comprometidos con el acuerdo de 1974 y estamos listos para recibir a los observadores de la ONU«, afirmó Julani en una entrevista con el medio británico The Times, refiriéndose a las fuerzas de mantenimiento de la paz que vigilaban la zona desmilitarizada junto a las tropas sirias.
«No queremos ningún conflicto, ni con Israel ni con ningún otro país, y no permitiremos que Siria sea utilizada como plataforma para lanzar ataques. El pueblo sirio necesita un respiro, los ataques deben cesar, e Israel debe retroceder a sus posiciones previas«, añadió.
Al-Golani reiteró su postura de que Israel tenía derecho a atacar a las fuerzas respaldadas por Irán antes de la caída de Assad a principios de este mes, pero «no tiene una base legítima para seguir operando en Siria«.
En declaraciones a los periodistas en la sede del primer ministro en Damasco, al-Golani indicó que las facciones rebeldes en Siria serían desmanteladas y sus combatientes se integrarían bajo el Ministerio de Defensa.
Según The Times, «minimizó» la posibilidad de una Siria gobernada por la ley islámica y aseguró que «protegería» los derechos de las minorías. Además, pidió que se levantaran las sanciones para permitir el regreso de los refugiados.
Assad, quien estuvo al mando durante un extenso período y mantenía una alianza con Irán, fue derrocado en una rápida ofensiva rebelde de 11 días, liderada por el grupo terrorista islámico Hayat Tahrir al-Sham (HTS), cuyos militantes y aliados avanzaron desde el noroeste de Siria y llegaron a la capital el 8 de diciembre.
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El nuevo gobierno sirio
Al-Golani, quien recientemente retomó su nombre real, Ahmed al-Sharaa, comentó el lunes en el canal de Telegram del grupo que todas las facciones rebeldes «serán disueltas y los combatientes serán capacitados para incorporarse al Ministerio de Defensa«, añadiendo que «todos estarán sujetos a la ley«.
En declaraciones a periodistas internacionales, el líder terrorista indicó que su régimen emergente tiene como objetivo reformar la constitución y las instituciones de Siria, aunque señaló que esto llevará tiempo y que «el país aún no está preparado para elecciones» debido al «caos persistente«, casi 13 años después del inicio de la guerra civil.
«La gente tiene grandes expectativas, pero hoy debemos ser realistas, porque Siria enfrenta muchos problemas que no se resolverán de manera instantánea«, afirmó al-Golani, según The Wall Street Journal. «Es necesario tener paciencia«.
También subrayó la importancia de la «unidad» en un país con una población diversa, con varios grupos étnicos y religiosos, durante un discurso ante la comunidad drusa, que representaba alrededor del 3% de la población de Siria antes del conflicto.
«Siria debe permanecer unida«, aseveró. «Debe haber un pacto social entre el Estado y todas las religiones para garantizar la justicia social«.
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Diversos países y organizaciones celebraron la caída del dictador Assad, pero señalaron que están a la espera de ver cómo las nuevas autoridades tratarán a las minorías en el país.
Ante la posibilidad de que Siria sea gobernada por la ley islámica, al-Golani declaró al The Times: «Será la Siria natural» y «creo que Siria no interrumpirá en gran medida las libertades individuales«, aunque observó que las «costumbres» jugarán un «papel importante«.
El grupo HTS tiene sus orígenes en la rama siria de Al Qaeda y es considerado por muchos gobiernos occidentales como una organización terrorista, aunque en los últimos meses han intentado «moderar» su discurso. Desde la caída de Assad, el grupo ha sostenido que «protegerá los derechos de todos los sirios«. Sin embargo, teniendo en cuenta su pasado de extremismo y terrorismo islámico, mucha gente duda de sus promesas.