El silencio es salud
Axel Kicillof no vio en vivo el acto de Máximo Kirchner en el Club Atenas de La Plata. Más tarde, en su oficina de la gobernación, vio cortes de los que dijo el jefe de La Cámpora. Repasó las asistencias y se reunió con sus dirigentes más fieles: “Eso es un cementerio, está prohibido contestarles”.
Así, calló las voces de los más duros a la hora de replicar que, desde su campamento, suelen ser Andrés «Cuervo» Larroque y Jorge Ferraresi. El gobernador sabe que los camporistas no aflojarán en la ofensiva, como confirmó Wado de Pedro tres días después, cuando dijo que Kicillof, siendo ministro de Economía cristinista, no hablaba con los empresarios.
Kicillof pide silencio pero acciona internamente. La rescata a Cristina Elisabet Kirchner y la deja al margen de la discusión, más allá de que todo lo sucedido hasta ahora, representa un aval sin dudar a los movimientos de su hijo.
Por eso, no sorprendió a muchos el apoyo del mandatario bonaerense a su colega de La Rioja, Ricardo Quintela. «El Gitano» se mueve para juntar avales y poder ser el próximo presidente del PJ Nacional. Desafiando al cristinismo, el riojano se mostró con intendentes bonaerenses como Mario Secco -de Ensenada- o Julio Alak, el platense que no estuvo presente en el acto de Máximo donde gobierna el ex ministro judicial de Cristina.
Quintela visitó la provincia de Santa Fe y pretende seguir bajando al conurbano, mientras apunta contra De Pedro y sus movimientos para que corran los nombres de Vanesa Siley, Lucía Corpacci y el sanjuanino Sergio Uñac. Y recibió apoyo de la agrupación «La Patria es el Otro», creada por «Cuervo» Larroque. Ese día lo visitaron Adrián Graña y Federico Berardi, delegados del ministro kicillofista. Y ex miembros del Ministerio de Desarrollo Social del último gobierno peronista, como Victoria Tolosa Paz y Gustavo Aguilera.
Para variar, el grueso de los intendentes del conurbano se harán los distraídos y participarán de los actos de los dos bandos a los que lo inviten. Los mismos que fueron hasta La Plata para escuchar a Máximo y se miraban como diciendo «¿Qué hacemos acá?”, se sorprendieron cuando en el último acto de Kicillof en la localidad de Mar Chiquita, funcionarios del Ministerio de Seguridad de la provincia tomaban lista para ver qué funcionarios habían asistido al acto, para luego repasar quiénes se habían ausentado. No es hora de descuidar detalles en la batalla peronista…
Los cuatro coroneles de Máximo
Las miradas entre los jefes comunales también tenían como destinatario a Julián Álvarez, el intendente de Lanús que fue quien sacudió a los vecinos de su distrito con una suba de tasas municipales del 7%, y que abrió una disputa hasta con el propio ministro nacional, devenido en star de «X», Luis «Toto» Caputo.
Los celos entre los alcaldes va por quiénes son los que más cobran y los que menos subieron las tasas de sus municipios: entre los más elevados aparecen Malvinas Argentinas y Moreno y entre los de menor incremento, Marcos Paz, Vicente López y Escobar. Los intendentes están furiosos con la nacionalización de esta discusión y uno de ellos afirma: «Necesitamos la autonomía municipal en materia tributaria porque nosotros cobramos el 1,5% de tasas pero nos morfamos el 90% de responsabilidades ante la gente». Y reniegan contra el gobierno de Javier Gerardo Milei, quien ha ganado esa discusión pública.
Máximo Kirchner se junta con varios de ellos, apalancado por sus coroneles en la pelea interna: Facundo Tignanelli, Emanuel González Santalla, Mayra Mendoza y Martín Rodríguez. Y ante algún interlocutor, no ha negado que su madre pueda ser candidata a diputada el año que viene: «Y si ustedes se lo piden, no puede decir que no». Fuga y misterio…
Tensión oficial
Yendo a la Casa Rosada, hay un punto en lo que coinciden sin dudar Karina Elizabeth Milei y Santiago Caputo. Ambos apuestan a que el tiempo desgaste a Mauricio Macri. El hecho de que este sábado, los hermanos Milei realicen un acto en el porteño Parque Lezama para el lanzamiento de su partido político «La Libertad Avanza» a nivel nacional, ratificará la pelea a fondo para fagocitar al PRO, la fuerza creada y hoy presidida por el ex jefe de Estado.
Karina escoltará el sábado a su hermano y la celebración libertaria (la última vez en Parque Lezama juntaron 15 mil personas) será hasta tarde para ratificar que la discusión electoral con el PRO será «a cara de perro». La hermana y el súper-asesor presidencial se preguntan: «¿Qué es lo que va a valer Mauricio Macri en enero?». Esa cuestión refiere a «los 7 puntos que tenés», como le ha dicho el actual Presidente a Macri en sus últimas cenas, en referencia al porcentaje de votos que las encuestas dicen que tiene el PRO. Y a cómo el Gobierno avanza con cambios que le permitan consolidarse y mejorar este momento de bajón, que evidencian varias encuestas a las que la administración nacional presta atención, como las de Poliarquía o ARESCO.
En estos momentos, en el laboratorio electoral del Gobierno afirman que «el PRO hoy tiene 4 puntos» y que la razón de eso es que «los valores» que supo representar la fuerza macrista, hoy los representa cabal e íntegramente «la Libertad Avanza». La hermana presidencial es la encargada del armado político oficial, escoltada por Martín y Lule Menem y con el cerebro comunicacional a cargo del joven Santiago Caputo, «El Mago del Kremlin».
Extrañamente, hay una coincidencia en el análisis de muchos ex funcionarios del macrismo con los del cristinismo: «Milei se anima y le va bien. Hay que animarse y salir a jugar fuerte» en la escena pública. Habrá que ver cómo podrían modificar ese quietismo en un PRO en pleno debate sobre cómo se alinea con el Gobierno sin fusionarse y desaparecer. Y cómo el kirchnerismo podría mostrarse como algo novedoso mientras está tomado por las internas que no apaga ni Cristina y con un desgaste absoluto en la sociedad que tolera un ajuste furioso con tal de no volver a lo anterior. Si arrastré por este mundo la vergüenza de haber sido, y el dolor de ya no ser…