Si el informe terminara en la página 17, el Gobierno de Javier Milei debería quedar realmente preocupado. Pero luego vienen dos consuelos/atenuantes que resultan clave. Esa es la conclusión, o una de las conclusiones principales, de la última encuesta de Equipo Mide que Clarín adelanta este domingo.
El sondeo, nacional, de 2.415 casos relevados entre el 2 y e 6 de septiembre, y presentado con un margen de error de +/- 1,99%, refleja el deterioro en variables que son fundamentales para la Casa Rosada, como la evaluación de la gestión y las expectativas económicas.
¿Por dónde viene el (los) consuelo (s)? En que pese a que esta semana se cumplen nueve meses del recambio presidencial, mucha gente sigue responsabilizando al Gobierno anterior por las penurias actuales y, en paralelo, no aparecen alternativas opositoras atractivas.
Los cuatro datos que preocupan
Equipo Mide es «una consultora especializada en investigación, posicionamiento y comunicación estratégica para líderes, corporaciones, instituciones y medios de comunicación, con operación en los mercados argentino, uruguayo, mexicano y español», según se presenta la propia firma.
Ya desde el arranque del estudio suenan alertas para el oficialismo. El primero coincide con otros estudios y es paradójico. Porque cuando se abordan las principales preocupaciones actuales de los argentinos, se ve una clara merma del ítem «inflación», que dominó estos rankings durante años, pero su reemplazo es igual o más sensible en términos económicos y sociales: en este caso lidera la «pobreza». En otros sondeos, puntea el «desempleo».
Pero más alarmante que esta tabla es el dato siguiente que presenta Equipo Mide. Es el que se refiere a las expectativas, un insumo clave para todos los gobiernos y en especial a los que, como el de Milei, tienen que atravesar momentos muy complejos como el presente. El viejo eslogan de «estamos mal, pero vamos bien» oxigena un poco de cara al futuro.
Pero aquí se ve un balance negativo de las expectativas de cara a los próximos seis meses: un 28% es optimista contra un 41% pesimista. En el medio se ubican un 4% que pronostica que estará «igual de bien que ahora» y un 16% que cree que seguirá «igual de mal». Completa 11% de «no sé».
Otro cuadro negativo se refiere al presente, pero también incluye de algún modo expectativas. Es el que surge cuando les preguntan a los encuestados sobre su estado de ánimo. Arriba aparecen «bronca/enojo» (24%) e «incertidumbre» (22%). Recién tercero viene «esperanza» (21%).
La evaluación del Gobierno también tiene saldo en rojo. El 47% la califica entre mala (16%) y muy mala (31%), contra 35% de «buena» (21%) y «muy buena» (14%).
Y el último de los cuatro datos muy negativos toca una promesa de campaña y eje central del discurso actual del Gobierno. El debate sobre quién paga el ajuste. ¿La casta? Apenas un 6% cree que este grupo de privilegiados sea el más afectado por los recortes. Lejos, lejísimos, del 41% que contesta «los que menos tienen».
Los dos consuelos
Sobre el final del informe (de 30 páginas) vienen los dos consuelos/atenuantes muy importantes para Milei y que explican, en parte, porque todavía el Gobierno tiene un sostén considerable.
El primero aparece cuando se pregunta por la responsabilidad sobre la inflación. Como ya publicó Clarín a partir de otros relevamientos, aún hoy la gestión de los Fernández sigue siendo identificada como la culpable principal.
Incluso podría concluirse que el escándalo de violencia familiar (y todo lo que lo rodea) del expresidente ayudaron a que se siga apuntando al Gobierno anterior por las penurias del presente.
Y el otro dato esencial que termina de configurar el escenario político es la ausencia de una oferta opositora atractiva. Los números de Equipo Mide son durísimos para este conglomerado: cuando se interroga por el «líder de la oposición», gana «ninguno» con 50%. Si fuera una elección, ni siquiera necesitaría balotaje.