La Justicia ordenó que la familia del múltiple asesino Luis Fernando Irribarren, conocido popularmente como «el carnicero de San Andrés de Giles» y que se encuentra prófugo, tenga custodia permanente.
El asesino serial, hoy de 66 años, intensamente buscado por las autoridades, estaba preso desde 1995 y aprovechó una salida provisoria para estudiar derecho en la Universidad de La Plata y huyó este miércoles por la tarde de la Unidad Penal de Olmos.
Dada esta situación, un tribunal pidió que su ex mujer y sus hijos tengan guardia las 24 horas del día.
El hombre, oriundo de la ciudad bonaerense de San Andrés de Giles, mató a su tía –enferma de cáncer– en 1995 y tras haber confesado ese crimen dio detalles de otras atrocidades.
El 21 de agosto de 2002, la Sala III de la Cámara de Mercedes lo condenó a reclusión perpetua por los cinco asesinatos.
En ese contexto, confió que nueve años antes de ese episodio, en 1986 a sus 20 años de edad, había asesinado a toda su familia: su padre, Luis Iribarren (49 años); su madre, Marta Langgebein (42) y sus hermanos, Marcelo (15) y María Cecilia (9). Iribarren esparció los restos en un campo que tenía la familia en la localidad de Tuyutí, en las inmediaciones de San Andrés de Giles. Le había disparado con una carabina mientras dormían para luego enterrarlos en un chiquero. A su tía la había asfixiado y luego la golpeó con un hacha.
Se cree que la motivacaión del brote asesino fue que se sentía desplazado por sus hermanos del centro de atención. Actuó siempre con premeditación y sangre fría, aparentemente sin culpa. En el juicio, Iribarren confesó que los mató porque “les tenía bronca”.
El fugado tiene una cuenta de TikTok donde comentaba juicios similares a aquel que lo condenó a él, opinando sobre casos de descuartizamiento de personas. En uno se preguntó: “¿Descuartizar un cuerpo humano es delito en Argentina? Si estaba con vida, sí. Si ya era un cadáver, no”.