Todos los bloques del Senado orejean sus cartas mientras esperan que el peronismo -que tiene la llave para llegar a los dos tercios- abra la partida que definirá la designación, o no, de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla en la Corte Suprema. Pero hasta ahora la bancada que comanda José Mayans tuvo conducta partidaria y no dio ni un guiño y el resto de las bancadas dilatan la decisión.
Ni en el PJ ni las principales bancadas de la oposición fijaron postura, aunque varios legisladores de la UCR y el PRO adelantaron que personalmente irán por el rechazo.
También lo hizo un propio oficialista: el formoseño Francisco Paoltroni, quien desde el primer momento aseguró que está en contra de Lijo, aunque en el bloque de La Libertad Avanza apuestan a «convencerlo».
En la LLA avanza solo tienen 7 de 72 senadores.
El bloque más cercano al oficialismo, el PRO, suma otros 6. Pero a pesar de que Mauricio Macri consideró que la nominación de Lijo era un «error», no todos los legisladores de su espacio ratifican el rechazo.
De hecho, hasta ahora solo Luis Juez -que no es PRO puro pero preside la bancada- y la también cordobesa Carmen Álvarez Rivero son los único que ratificaron que irán por la negativa. El resto, consultados por Clarín, señalan que están esperando que el bloque se reúna el martes para definir.
Algunos, como el misionero Martín Goerling por ejemplo, son dirigentes cercanos a Patricia Bullrich quien ya respaldó públicamente la postulación. En el caso de Guadalupe Tagliaferri, del espacio de Horario Rodríguez Larreta también hay dudas sobre qué postura tomará porque, aparte, como es la presidenta de la comisión de Acuerdos -donde debe llevarse adelante las audiencias- no va a adelantarlo para no contaminar el proceso.
La tucumana Beatriz Avila que juega en tándem con el PRO tampoco decidió.
La Unión Cívica Radical (UCR) tiene 13 senadores y la mayoría tampoco adelanta su postura. Salvo Carolina Losada y Pablo Blanco que están en contra e incluso participaron de un acto para pedirle al presidente del partido, su compañero de bancada Martín Lousteau que llame a un debate interno.
Lousteau es uno de los senadores radicales que adelantó que esperará a las audiencias para fijar postura.
Durante las últimas semanas, el bloque de Unión por la Patria -determinante porque tiene 33 legisladores- hizo circular que las senadoras del espacio presionaban para que sean mujeres. La versión tiene cierto poder porque de los 7 senadores que el peronismo tiene en la comisión de Acuerdos cinco son mujeres y Anabel Fernández Sagasti es la vicepresidenta.
De hecho si todas las mujeres buscan hacer cumplir la paridad el Gobierno tendría un problema porque tienen 9 firmas sobre un total de 17.
En la cumbre peronista que se hizo el jueves en La Rioja, con el gobernador Ricardo Quintela como anfitrión, se habló sobre el tema.
En el peronismo se jactan de tener los votos para avanzar con la designación de Lijo, pero esperan un llamado del Gobierno para abrir la negociación. Los senadores insisten en incluir a la conversación una posible ampliación del máximo tribunal, pero también van a la carga por la Procuración General de la Nación con el objetivo de reemplazar a Eduardo Casal y también quieren designar al titular de la Defensoría Oficial.
Dentro de Unidad Federal, el bloque que todavía integran Carlos «Camau» Espínola, Alejandra Vigo y Edgardo Kueider, tampoco hay definición sobre los candidatos del Gobierno, pero admitieron que ven «complicado» que puedan salir. En el caso de la senadora presiona para que se cumpla con la paridad de género y recientemente presentó un proyecto exigiendo un 30 % de mujeres en la Corte.
En tanto, la neuquina Lucila Crexell, quien renovó en los últimos días su proyecto de ampliación de la Corte elevando el número de miembro a 9, tampoco tiene definida una posición.
Los tres federales de la bancada de Juan Carlos Romero tampoco decidieron y el lunes tendrán una reunión para conversar el tema.