En diálogo con TN Show, el bailarín y coreógrafo repasó su trayectoria, opinó sobre la exposición en Instagram y TikTok y adelantó sus próximos proyectos.
A los seis años y casi por casualidad, Emir Abdul se subió al escenario del colegio a bailar y descubrió su pasión. Pasó algún tiempo hasta que empezó a tomar clases, pero a los 15 años ya estaba dictando las suyas. Jamás dudó de que iba a poder vivir del arte. Y aunque trabajó con estrellas consagradas, él no cambia por nada su rol de formar a bailarines y ayudarlos a sacar lo mejor de sí.
En diálogo con TN Show, el coreógrafo habló de sus inicios, repasó su trayectoria, reflexionó sobre el trabajo con artistas y el rol de formador y respondió al hate que recibe en redes sociales. Además, adelantó algunos de sus próximos proyectos.
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De la primera vez que pisó un escenario a dictar sus propias clases: Emir Abdul recordó sus inicios en la danza
Emir Abdul descubrió su pasión por el baile casi por casualidad. “Tenía 6 años. Había faltado un chico al festival de fin de curso y me anoté. Éramos varias compañeras y yo. Bailamos ‘Ojos así’ de Shakira. Era un colegio de monjas y me acuerdo que cuando bajé del escenario, en la puerta de la iglesia, le dije a mi mamá ‘yo quiero ser bailarín cuando sea grande’”, recordó.
En ese entonces su mamá pensó que sería algo pasajero, pero su inquietud no cesó. “Pasaban los años y yo buscaba todo el tiempo qué era lo que podía hacer para seguir haciendo eso que me hacía sentir tan bien. Yo quería bailar. Y todo fue progresivo: a los 11/12 años empecé a tomar clases y a los 13/14 empecé a ir con mi madrina a convenciones de ritmos en la Argentina”.
Aunque él jamás dudó de que podría vivir del arte, al principio su familia tuvo cierta resistencia. “Yo empecé a preguntar y no hay artistas ni por parte de mi mamá ni por parte de mi papá. Pero nunca dudé en vivir de esto. Yo estaba seguro de que iba a dar clases en todos lados y sabía que nunca iba a dejar de bailar”, reveló.
Al respecto, reflexionó: “Muchas veces no es que las familias no apoyan, sino que tienen miedo de que a su hijo le vaya mal o no pueda lograr lo que siempre quiso. Siento que en el caso de mi familia fue así, pero hoy en día lo ven con orgullo”. “Hace poco tuvimos un evento en Uruguay, que gracias a Dios fue un éxito, y mi mamá me dijo ‘hijo, estoy muy orgullosa de vos’. Y yo me quedo con eso, con esas palabras hermosas de mi familia”, aseguró.
Fue a los 15 años cuando descubrió que esa pasión podía convertirse en su profesión. “Al tiempo que tomaba clases, empecé a ayudar a una de mis profesoras. Ella me dijo ‘vos tenés muchas condiciones, tenés que dar clases’”, señaló. Y remarcó: “Me acuerdo que era muy exigente. O sea, yo soy exigente conmigo y con los chicos, pero desde el lado de ‘sí ,se puede’. Ella me ponía a dar clases con 80, 90 personas, con la música altísima y me gritaba ‘No te escuchan. Hablá más fuerte’. Ahí fue como aprendí a nivelar clases para distintas edades y grupos grandes”.
Del trabajo con estrellas a la formación de artistas: Emir Abdul habló de sus dos facetas
Emir Abdul trabajó con artistas consolidados como Lola Índigo, Sofía Reyes, J. Balvin y Karol G, entre otros, y aunque aseguró que es algo que disfruta mucho, advirtió que no cambia por nada dar clases y ser formador de bailarines.
“Siento que trabajar con artistas me lleva a explorar ese mundo que no conocía y que uno siempre idealiza. Es como ese sueño de niño interior que dice ‘lo logré’”, comentó. Y diferenció: “El poder potenciar a mis alumnos a que sean su mejor versión, me hace tener los pies en la tierra y es algo que me llena”.
Tal es así que cuando empezó a trabajar en televisión, desde su equipo le aconsejaron que si su carrera iba a tomar ese rumbo, lo mejor sería dejar de dar tantas clases. “Yo me senté y les dije ‘no me hagan elegir entre trabajar con un artista o dar clases, porque voy a seguir dando clases hasta que me muera’. Amo enseñar, formar personas y ayudarlas a sacar lo mejor de sí”, aseguró.
Lleno de orgullo, destacó: “Mis niños se muestran muy seguros en los videos. Y los ves fuera de cámara y son chicos que les va muy bien en el colegio, que son muy respetuosos, disciplinados… Pero para el baile crean como una coraza que los hace creer en sí mismos y plantarse”.
Emir Abdul habló del hate en redes y del trabajo que hace junto a sus alumnos, los papás y todo su equipo
Con casi 10 millones de seguidores en Instagram y más de 34 millones en TikTok, Emir Abdul sabe que las redes sociales son una ventana al mundo. Orgulloso de su trabajo, comparte videos donde deja ver sus clases y el avance de sus alumnos. Sin embargo, no escapa a las críticas.
Consultado al respecto, aseguró: “Cuando uno crece y alcanza cierta exposición, va a haber gente que le va a gustar y otra a la que no. Y así como hay gente a la que le gusta el helado y gente a la que no, hay gente a la que le va a gustar que trabaje con niños y gente a la que no. Por suerte, soy muy seguro de lo que hago y de cómo trabajo”.
Tras remarcar que los que lo critican no lo conocen y que no están al tanto de su labor, sentenció: “Aprendo mucho de los haters, no me afecta porque sé lo que soy y me hacen hacer mucho esfuerzo para poder entender cómo lo ven ellos en esa mente podrida. Yo en mis alumnos veo niños cumpliendo objetivos, creciendo en la danza y siendo felices”.
El coreógrafo tiene alumnos que son pequeños y que tienen redes sociales administradas por sus papás, y otros que son adolescentes y las manejan ellos mismos. Al tanto de las críticas a las que está expuesta cualquier persona que comparte contenido, habla mucho al respecto con todos.
“Tanto con los niños, como con los teens y los adultos hacemos ronda de qué es lo que sentimos y qué es lo que pensamos”, comentó. Y recordó: “Días atrás, uno de los chicos dijo ‘a mí me están criticando por cómo bailo’. Y yo les digo que si les gusta como bailan, como son y son felices haciendo lo que hacen, no tiene nada de malo. Lo que pasa es que siempre agarramos los tres comentarios malos y no los 12 mil buenos. Es imposible gustarle a todo el mundo, así que lo mejor que podemos hacer es ser fieles a nosotros”.
A modo de cierre, destacó que otro punto fundamental del equipo son los papás de los chicos que no solo acompañan a sus hijos sino que son compañeros entre ellos. “Yo no podría tener todo lo que tengo, si no fuera por la unión que tenemos como equipo, con los chicos y con los padres”, concluyó.
Emir Abdul habló de próximos proyectos y del sueño que está por cumplir
Después de una gira grande por Italia, el bailarín y coreógrafo planea seguir viajando: “Fueron más de 400 personas a mis clases en Roma. La idea es volver para hacer unos shows y dictar clases”.
En cuanto a la televisión adelantó: “Tengo un proyecto grande en una serie de Disney, un pequeño papel para empezar, pero un sueño muy lindo que se está por cumplir. Y otro proyecto con Telefe”.
“También estamos preparando la gira del año que viene. Este año hicimos una gira por 18 países en cuatro meses y vamos a ver cómo estamos para el 2025. Yo quiero viajar mucho”, aseguró entusiasmado.