Si bien Javier Milei quiere bajarle el tono al enojo que él mismo había hecho trascender con Victoria Villarruel, en la mesa chica del Presidente también dejan en offside a la vicepresidenta en una discusión clave de alto alcance institucional. “No vamos a autorizar ningún acuerdo que represente a La Libertad Avanza y no esté avalado”, señalan en despachos encumbrados de la Casa Rosada.
Se refieren a la estratégica presidencia de la comisión bicameral de Inteligencia que toma forma por estos días, en medio de la reestructuración y regreso de la vieja nueva SIDE vía DNU y luego de que se conociera en el Boletín Oficial, que la nueva estructura -que depende de Sergio Neiffert, hombre de Santiago Caputo– dispondrá de $100.000 millones de gastos reservados.
En el Gobierno tomaron nota de las versiones de un supuesto acuerdo plasmado entre la vicepresidenta y el PRO para que un senador del partido amarillo presida una comisión fundamental. Se trata de Martín Martín Göerling, hombre de Humberto Schiavoni, siempre encolumnado detrás del liderazgo de Mauricio Macri.
En Balcarce 50 no ocultan que su candidato para ese puesto es otro legislador de la Cámara Alta, el senador por Entre Ríos y (ahora) peronista disidente, Edgardo Kueider, que viene votando en sintonía con los proyectos del oficialismo.
Paradoja del destino, es el mismo senador que hace algunos años imaginaban como vértice del albertismo que nunca vio la luz. El gobernador de esa provincia, Rogelio Frigerio, del PRO, que tiene buena relación con su co-provinciano prefiere mantenerse lejos de esa disputa.
Como dio cuenta Clarín, el Presidente quiere bajar la espuma con quien fuera su compañera de fórmula antes de viajar a París para la inauguración de los Juegos Olímpicos, cuando además la vice quedará otra vez por unos días “en ejercicio de la presidencia”.
El fantasma de Macri
Algunos de los funcionarios con acceso al despacho presidencial responsabilizan a Villarruel por el avance de Göerling en la bicameral. “Victoria no está sola”, sostienen sobre “la agenda” que empuja la vice y que incluiría también el rechazo a la postulación de Ariel Lijo.
En la mesa chica del Presidente ven el fantasma de Mauricio Macri, detrás de los gestos de autonomía de la vicepresidenta. El ex mandatario y actual titular del PRO tiene una relación sinuosa con sus aliados de LLA, que se explica más por la desconfianza mutua entre él y la mesa chica del Presidente, Karina Milei y Santiago Caputo, que por el vínculo directo que cultiva con el jefe de Estado.
La bicameral de Inteligencia también trajo ruido con otros bloques que apoyaron las leyes del oficialismo y quedaron afuera, como Hacemos Coalición Federal. El jefe de esa bancada, Miguel Pichetto, el jueves pasado estuvo en la Rosada para interiorizarse sobre la reglamentación de Ganancias y otras normas, como el RIGI e Hidrocarburos. Nicolás Massot, muy cercano a Emilio Monzó y a Pichetto, denunció que algunos artículos violan el espíritu de la ley que si no correcciones recurrirá a la Justicia.
En la Rosada se refieren a varios de los diputados de HCF como el «bloque consultora» por su pasado en ese rubro y porque les adjudican su postura con la de ex clientes molestos por el contenido de las leyes.
La defensa de la vice
En la presidencia del Senado recuerdan que la vice fue clave para hacer acuerdos en diciembre pasado y reunir una masa crítica de 39 senadores que le permitió al oficialismo mantener la presidencia provisional del Senado y dejar afuera de las comisiones al kirchnerismo. Rechazan, no obstante, cualquier responsabilidad sobre las presidencias de las comisiones: “No tuvimos nada que ver”.
En Balcarce 50 tomaron nota de reuniones entre Villarruel y Macri que en la presidencia del Senado niegan. Con seguridad, hubo por lo menos un encuentro entre el ex mandatario y la vice, desde el 10 de diciembre.
Para el círculo cercano al presidente, además, el senador Francisco Paoltroni es parte de ese entramado. El senador formoseño había sido designado por Javier Milei como titular provisional de la Cámara Alta hasta que fue “corrido” por la propia Villarruel. Tampoco se pudo quedar con la presidencia de bloque que le habían prometido.
Enojado por esa obstrucción, Paoltroni señaló que la vice se había aliado con el presidente de bloque UxP José Mayans, delegado del gobernador de Formosa desde 1995 Gildo Insfrán. “Como decía el Presidente, no somos manada, y también como decía el presidente, el que las hace las paga”, llegó a decir Paoltroni en sesión.
Ahora levanta la voz contra la nominación de Ariel Lijo para el máximo Tribunal y también contra el círculo íntimo del Presidente, que no quiere ni a Villarruel ni a Macri. “El Presidente está rodeado de obsecuentes (…) Santiago Caputo adquirió mucho poder, está muy preparado en comunicación, pero tiene que haber una correlación entre lo que se dice y lo que se hace ”, sostuvo Paoltroni en declaraciones a Radio Splendid. Este martes una columna diminuta pero ruidosa de los militantes Acción por la República llegó hasta la Casa Rosada. Hasta el 10 de diciembre se referenciaban en los sectores más duros de JxC. ¿Y ahora?
¿95% de acuerdo y 5% en desacuerdo?
En la mesa chica del mandatario no contestan ni se hacen cargo de las cuentas de Twitter que le adjudican al asesor presidencial, que -casi como en un juego- serían más de 50, aunque el ex diputado lavagnista y director del Instituto Consenso Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez, amenace con llevarlo a la Justicia.
En la Rosada minimizaron la decisión de la vicepresidenta de asistir a la fiesta nacional del poncho, un tipo de festividad que la Casa Rosada había denostado al inicio de la gestión. “Ese detalle debe estar en el 5 por ciento de diferencias que tienen Javier y Victoria. El 95 por ciento restante son coincidencias”, señalan. Para los dirigentes que trabajan en mantener vivo el activo político de Milei, las acciones de la vicepresidenta no pueden opacar el protagonismo presidencial.
A pesar de que el Presidente dio la orden de “dar vuelta la página”, en la Rosada no invitaron a la vice a firmar el Acta de Mayo que no pudo rubricar por su ausencia en Tucumán por la gripe que no le impidió acudir al desfile militar un día después.
Karina Milei, que ya trabaja en un acto para condecorar a los gobernadores que asistieron y obsequiarles la Orden de Mayo, no la invitó a firmar a posteriori y la vicepresidenta tampoco expresó una voluntad en ese sentido. El gobernador santacruceño Claudio Vidal, que también pegó el faltazo en Tucumán, pasó este martes por la Rosada para reunirse con Guillermo Francos, pero no estampó su firma en el Acta como habían anunciado en Balcarce 50.
Este fin de semana, en el clímax de la interna a cielo abierto con Milei, Villarruel renunció a la presidencia del Partido Demócrata bonaerense. La vice no tendría espacio entre las autoridades del flamante partido de La Libertad Avanza que Karina Milei construye a nivel nacional y que se prepara presidir.
Con ese telón de fondo y el pedido del Presidente para cerrar el capítulo de una nueva pelea, Villarruel y Milei volverían a verse este domingo en la inauguración de la exposición Rural. La vice no quiere perderse el compromiso para cumplir por la insistente invitación del sector agropecuario del que se siente tan cercana y al que el Gobierno le pide -reiteradamente y sin éxito por ahora- que liquide la cosecha y no presione con una devaluación, un mensaje que el jefe de Estado podría reiterar el domingo en el predio de Palermo.
Detalle: como adelantó Clarín, la vice hará una parada previa este miércoles en La Rural, como para reafirmar su idea de mantener «agenda propia».