Tierra de nadie, con Josh Brolin, un misterio sobrenatural en un western clásico

En Tierra de nadie, dos rancheros cultivan una larga enemistad, desde que eran jóvenes, cuando Royal Abbott le “robó” a Wayne Tillerson, su vecino, a su novia Cecilia. Desde entonces son feroces rivales en todos los terrenos y ahora pelean por una zona de su tierra que Abbott se niega a venderle.

Un western con su particular ritmo, su lenguaje y sus intereses, pero hacia el oeste de su propiedad, Abbott descubrió un gigantesco, inexplicable agujero. Su presencia, en medio de ese paisaje que respira el aire apacible de sus pastizales, resulta altamente perturbador y el hombre lo mantiene en secreto.

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Tillerson tiene tres hijos, Abbot tiene dos… y una nieta, Amy. Uno de los Tillerson se burla de uno de los Abbott y sobreviene la desgracia. Algunas personas desaparecen y otras aparecen. La tensión crece y el tema se convierte en un asunto policial. Pero por debajo de los conflictos personales de cada uno y la batalla por la zona en conflicto, se siente la trémula presencia de un misterio que nadie logra explicar.

Solo una joven, de aspecto aventurero, logra que Royal Abbott le permita acampar en su tierra, en el Oeste, entre los pastizales. Su discurso es mesiánico, irritante, pero algo en ella genera una forma de contacto con la familia, un vínculo que no logra definirse, por momentos es amable y por momentos hostil.

Sin perder un ápice del clima intenso de un western, el mismo que transmitían los de época, cuando no había más ley que la del más fuerte, el director, Brian Atkins, logra introducir un elemento sobrenatural sin alterar las leyes del género. El gigantesco agujero que apareció de la nada resulta ser un portal que rompe el fluir del tiempo tal como lo conocemos, retrocede, avanza, gira y se instala en diferentes momentos de la historia. Es indiscutiblemente perturbador.

Royal Abbott es Josh Brolin y su mujer, Cecilia, es Lili Taylor. Autumn, la joven mesiánica que revolucionó el pueblo, es Imogen Poots. Lewis Pullman y Tom Pelphrey son los hijos de Royal y Will Patton es Wayne Tillerson. Son dos temporadas, 8 episodios la primera y 7 la segunda, con un final algo abrupto que deja algunas preguntas sin responder. Pero al menos la esencia de finalmente se revela. A esta altura el espectador ya tiene sus personajes favoritos y sus odios personales. Uno de los productores es Brad Pitt. En Prime Video.