La definición de la medida de fuerza dispuesta para el lunes por los poderosos gremios del transporte contra las políticas del gobierno de Javier Milei expuso una furiosa disputa en la conducción de la confederación que los agrupa, la CATT, una situación que será palpable en el alcance efectivo de la protesta que afectará el normal funcionamientos de diversos servicios.
La pelea interna escaló este jueves con la difusión de dos comunicados paralelos que exhibieron posiciones enfrentadas respecto al impacto de la medida anunciada para el próximo lunes como antesala del paro general convocado por la cúpula de la CGT para el jueves 9 de mayo.
Por una parte, un pronunciamiento de la conducción de la CATT, firmado por su titular, el ferroviario Sergio Sasia, relativizó los efectos de la protesta al aclarar que no habrá un paro de transporte aéreo, terrestre y marítimo y que solo se realizarán asambleas entre las 9 y las 11 de la mañana. Incluso el texto remarcó que «dichas asambleas de ningún modo representan medidas de acción directa o un paro de actividades».
Sin embargo, el comunicado de Sasia fue desautorizado por los sindicatos más importantes de la CATT que, encabezados por los Camioneros de Hugo y Pablo Moyano, oficializaron otro pronunciamiento en el que advirtieron que las asambleas del lunes se concretarán entre las 8 y las 11 de la mañana con paralización de las actividades.
«Se resuelve realizar asambleas en los puestos de trabajo con interrupción de servicio de todas y cada una de las actividades representadas por las organizaciones nucleadas en esta Confederación», señalaron.
Además de Camioneros, el texto fue firmado por los responsables de los sindicatos de Aeronavegantes (Juan Pablo Brey), Dragado (Juan Carlos Schmid), metrodelegados (Néstor Segovia), SOMU (Raúl Durdos), marítimos, taxistas, guincheros, viales y motoqueros. Ello implica que la decisión de interrumpir los servicios durante tres horas afectará el transporte de cargas, aerocomercial, marítimo y portuario, junto a subterráneos y taxis.
Al respecto, Schmid explicó a Clarín que está prevista la realización de asambleas en el Aeroparque porteño, las terminales portuarias, los centros de distribución de hidrocarburos y la recolección de servicios, además de que se interrumpirán los servicios de la Hidrovía y los embarques de granos, afectando las exportaciones agropecuarias. En cambio, según aseguró Sasia a este diario, los servicios ferroviarios no se verán interrumpidos durante las asambleas.
A su vez el funcionamiento de los colectivos será normal ya que la UTA, el gremio que agrupa a los choferes de corta, media y larga distancia, no forma parte de la CATT, al igual que ocurre con los maquinistas de La Fraternidad. Ambos integran la confederación alternativa UGATT.
La medida de fuerza fue resuelta por los gremios del transporte en rechazo al capítulo laboral contenido en la Ley Bases que el martes logró media sanción de Diputados y contra la reversión de la excepción del impuesto a las Ganancias para los trabajadores, incluida en el paquete fiscal. Justamente sobre ese punto, los gremios denuncian que la reposición del tributo implicará una pérdida salarial por encima del 25% para los trabajadores del transporte.