En las últimas horas, salió a la luz el caso de tres mujeres diagnosticadas con VIH después de recibir un tratamiento de belleza conocido como “faciales vampiros” en un spa médico no autorizado de Nuevo México. Este sería el primer caso registrado de transmisión del virus a través de un procedimiento cosmético con agujas, según indicaron las autoridades de salud estadounidenses.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) revelaron en un Informe de Morbilidad y Mortalidad difundido la semana pasada que llevaron a cabo una investigación en la clínica entre 2018 y 2023. Durante el estudio se confirmó que la clínica reutilizaba equipos desechables destinados para un solo uso.
Tras esto, según el informe, el spa cerró a finales de 2018 después del inicio de la investigación, ya que su propietario fue procesado por practicar medicina sin licencia. De todas formas, con el aumento de la popularidad de estos procedimientos, una profesora de la clínica de Dermatología de la Universidad de Stanford señaló la importancia de que las personas comprendan que los tratamientos médicos deben llevarse a cabo en un entorno adecuado.
Este método, que fue utilizado por varias celebridades como Kim Kardashian, quien publicó una foto en su cuenta de Instagram en 2013 al respecto, consiste en una micropunción con plasma rico en plaquetas. Este proceso implica la extracción de sangre del paciente, la separación de las plaquetas y su posterior inyección en la cara mediante microagujas. Según la Academia Americana de Dermatología, este tratamiento se emplea para rejuvenecer la piel, otorgándole un aspecto más joven y reduciendo las cicatrices del acné y las arrugas.
Es importante destacar que las inyecciones de plasma rico en plaquetas fueron inicialmente empleadas en medicina para injertos óseos y para tratar la artrosis. Sin embargo, más tarde se popularizaron como parte de tratamientos estéticos.