El Gobierno quiere apurar el proceso de designación del juez federal porteño Ariel Lijo y del jurista Manuel García-Mansilla, los dos postulantes propuestos por Javier Milei para la Corte Suprema de Justicia, pero en el Senado no hay un mínimo indicio de negociación y aseguran que aún no están los votos para aprobar esos pliegos.
Fuentes del Ejecutivo anticiparon a Clarín que dentro de las próximas dos semanas se abrirá el período de observaciones públicas sobre los dos postulantes, luego de que el Presidente diera instrucciones al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, para que se inicie el proceso de nombramiento de los jueces.
Para eso, primero deben publicar los nombres y antecedentes de los postulantes en el Boletín Oficial. Y luego, el Ministerio de Justicia comenzará a recibir durante 15 días las adhesiones y observaciones sobre los postulantes. Tras de cumplirse estos pasos, recién se podrá solicitar el acuerdo al Senado.
Sin diálogo en el Senado para aprobar los pliegos de los candidatos a la Corte
Lo cierto es que a una semana del anuncio del Presidente, en el Senado niegan que existan negociaciones para garantizar los votos que permitan la aprobación de los pliegos de los candidatos del Gobierno. Se necesitan dos tercios de los presentes, 48 senadores para asegurar los nombramientos.
Victoria Villarruel puso reparos sobre la nominación de Lijo -prefiere que sea una mujer- aunque dio un guiño favorable a la nominación de García-Mansilla, decano de la facultad de Derecho de la Universidad Austral y opositor al aborto legal. Según trascendió, la vicepresidenta lo mencionó al jurista en distintas charlas que mantuvo con Milei. Aunque vale aclarar que Villarruel se enteró por la prensa de las designaciones e incluso tampoco estuvo informada sobre este nuevo paso que dio el Presidente al solicitar al Ministerio de Justicia que avance con los nombramientos.
En la tribu peronista se encargaron de resaltar que «el Gobierno expuso a dos candidatos sin tener abierta una negociación» con los distintos bloques de la Cámara alta. Es que tampoco hubo un contacto del Ejecutivo con la presidenta de la comisión de Acuerdos del Senado, Guadalupe Tagliaferri (Pro), para comenzar con las conversaciones con los espacios de la oposición.
En el oficialismo relativizan esta falta de diálogo entre la Casa Rosada y el Senado, y advierten que hay «un largo proceso» antes de que los pliegos sean tratados para darle dictamen y dejarlos habilitados para llevarlos al recinto. Para el próximo miércoles hay agendada una reunión de bloque de los senadores de La Libertad Avanza para definir la estrategia en sintonía con el bloque Pro, que comanda Luis Juez.
Lo que pudo averiguar este diario es que en el bloque de Unión por la Patria (UxP), que comanda José Mayans, aseguraron que aún no se habló sobre los candidatos de la Corte, ya que desde la sesión en la que se rechazó el DNU 70/23 no hubo reunión de la bancada. Sin embargo, las senadoras ratificaron su intención de que las dos vacantes deben ser ocupadas por mujeres.
Juliana Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti durante el debate por el DNU. Foto: Federico López Claro Es que Lijo fue propuesto para ocupar la vacante que dejó al jubilarse la ministra Elena Higton de Nolasco. Pero, además, no se cubrió con una mujer el lugar que dejó la fallecida jueza Carmen Argibay Molina. Entre los K había cierta duda de que el Gobierno vaya a avanzar con las nominaciones de Lijo y García-Mansilla porque entienden que «hay muchos cuestionamientos», en particular sobre el juez de Comodoro Py. Igualmente, en UxP no le cierran la puerta a una posible negociación pese al constante destrato del Presidente hacia el Congreso.
En tanto, en el bloque radical hay posiciones divididas sobre los candidatos a la Corte. «Hay que mirar qué hace el peronismo que tiene los dos tercios» para aprobar los pliegos en el recinto, apuntó un senador de la UCR. Aunque Martín Lousteau, por ejemplo, reclama que una de las vacantes sea para una mujer.
Pero desde el «grupo Malbec», que tiene como referente al gobernador Alfredo Cornejo, advirtieron que «el oficialismo todavía no tiene ningún acuerdo con la oposición, menos con el radicalismo». Incluso comentaron que Daniel Angelici está «militando los votos», pero en el radicalismo apuntaron que al operador judicial vinculado a Mauricio Macri «no le responde ningún senador».
Hay diferencias en el bloque radical por los candidatos a la Corte. Foto: Federico López Claro En el bloque de Unidad Federal no hay consenso para apoyar a los candidatos y la senadora Alejandra Vigo también reclamó que haya paridad de género entre los miembros de la Corte, como la rionegrina Mónica Silva, que responde al gobernador Alberto Weretilneck, y la neuquina Lucila Crexell. Tampoco contaría con los votos de los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano, que están enfrentados al Gobierno por el conflicto de las represas de esa provincia y la paralización de la obra pública.
En resumen, por ahora, los candidatos del Gobierno tienen el apoyo de los 7 senadores de La Libertad Avanza, los 6 del Pro y lo que puedan aportar los aliados como Juan Carlos Romero y la tucumana Beatriz Avila.
Está claro que Milei juega políticamente en la designación de los nuevos miembros de la Corte y lo dejó marcado al nombrar a los dos postulantes sin consultar a Horacio Rosatti, presidente del Tribunal, ni a Carlos Rosenkrantz, ni al propio Maqueda, a quien jubiló 9 meses antes. Pero hay que detenerse en este punto, porque para reemplazar al ministro deberá modificar el decreto 222/03 que habla de cubrir una vacante, pero no hace mención a postular a un candidato antes de que se genere el lugar.
El juez Ariel Lijo uno de los candidatos a la Corte Suprema. Foto: Luciano Thieberger.En el Senado apuntan que Milei busca quebrar la mayoría en la Corte con la designación Lijo, quien tiene como padrino político a Ricardo Lorenzetti, que se diferencia de los otros tres miembros del tribunal, algo que quedó marcado en el proceso de juicio político que el kirchnerismo llevó a cabo el año pasado contra los cortesanos y durante el cual salvó al santafesino de la mayoría de los cargos.