El mismo día en el que el fiscal federal Ramiro González lo imputó por el presunto delito de malversación de fondos respecto a los sospechados negociados en la ANSeS con la contratación de seguros mediante intermediarios, el ex presidente Alberto Fernández confirmó que aún tiene una deuda con el broker Héctor Martínez Sosa, esposo de su secretaria privada. Pero entre sus dichos y sus presentaciones obligatorias ante la Oficina Anticorrupción surgen dudas con respecto a los montos y la moneda del pasivo.
En las declaraciones juradas que Alberto Fernández presentó como presidente de la Nación solo figura que le debe plata a una persona: Martínez Sosa, engranaje clave en la trama del negociado de los seguros que reveló Clarín el último domingo. También registró deudas con el Banco Santander, la tarjeta de crédito American Express y la Administración Federal de Ingresos Públicos AFIP). Todas deudas declaradas en pesos argentinos.
Además de ser amigo del ex mandatario, Martínez Sosa es el marido de María Cantero, su histórica secretaria privada a lo largo de los últimos 30 años, incluso en tiempos en que Fernández fuera superintendente de Seguros durante el menemismo.
A lo largo de todo su mandato y pese a la inflación que en el último año llegó al 211,4%, Alberto Fernández declaró que a Martínez Sosa le debía $102.240. Cada año y en cada declaración jurada, repitió cifra y acreedor.
Sin embargo, eso ahora contrasta con sus propios dichos. Esta semana, en diálogo con el diario La Nación, explicó que la deuda sigue vigente, que fue un préstamo que tomó de su amigo en 2008 por US$ 20.000 y que nunca pudo repagarle.
«Cuando dejé la Jefatura de Gabinete al poco tiempo tuve un problema financiero porque había cerrado mi estudio jurídico, no lo dejé funcionando para que alguien piense que ese era un lugar para hacer lobby desde el gobierno», señaló el ex presidente este jueves en diálogo con radio La Red.
Héctor Martínez Sosa, broker de seguros y amigo de Alberto Fernández.«Cuando volví, me costó mucho armar mi cartera de clientes, me ayudó Martínez Sosa, eso ocurrió en el 2009-2010. Hasta el día de hoy le debo el dinero a Martínez Sosa. Esta en todas las declaraciones que presenté en la AFIP cuando no era funcionario y siendo funcionario. Un préstamo personal que él me dio y que yo declaré ante la AFIP», abundó Fernández, con un año distinto al que le había dicho al matutino.
Para que la cifra de $102.240 sea equiparable al número exacto de U$S 20.000 hay que remontarse a abril de 2012, cuando llevaba poco tiempo el primer cepo cambiario del kirchnerismo, instaurado en el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner. Entre el 23 y 24 de abril de 2021, el dólar blue cotizó entonces los $5,11.
La deuda con el amigo presidencial no se actualizó en los registros públicos.
La trama del escándalo de los seguros por el que imputaron a Alberto Fernández
En diciembre de 2021, Alberto Fernández publicó un decreto que ordenó que todos los organismos del Estado contrataran los seguros que necesitaban con la empresa aseguradora del Banco Nación, Nación Seguros.
A pesar de que los organismos estatales estaban obligados a contratar los servicios de Nación Seguros, igual lo hacían a través de intermediarios, que cobraba comisiones que llegaron hasta el 17%. Uno de los más beneficiados con esas gestiones fue Martínez Sosa, el broker amigo del expresidente, que consiguió el negocio millonario de los seguros para quienes tomaban créditos de ANSeS. Ese negocio llegó, según reveló Ricardo Roa el domingo en Clarín, a unos $ 20 mil millones.
La ANSeS no fue el único organismo estatal que contrató a Martínez Sosa. En marzo de 2022 -poco más de dos meses después del decreto- la Superintendencia de Seguros de Salud designó a Martínez Sosa como intermediario de la contratación de los seguros de Nación Seguros, que manejaba Alberto Pagliano, un hombre de mucha confianza de Fernández.
Lo mismo hizo la Casa de la Moneda SE 20 días más tarde, y también contrataron con Martínez Sosa la Gendarmería Nacional, el Ministerio de Seguridad, la Cancillería y el Servicio Penitenciario Federal, entre otros organismos.
Antes, el 27 de marzo de 2020, la gobernación de Tierra del Fuego cortó el contrato con el Banco Provincia de Tierra del Fuego (BTF Seguros) por el que se le encomendaba la gestión integral del proceso de concentración de las pólizas de seguros patrimoniales y de personas, incluidas las coberturas de riesgos propios y específicos de la operación cotidiana, lo pasó a las competencias a la Oficina Provincial de Compras. Y en julio de ese mismo año rubricaron un convenio de asesoramiento con Héctor Martínez Sosa y Cia SA por las mismas tareas que tenía el banco provincial.
Melella asegura que cuando fue intendente de Rio Grande echó a Martínez Sosa como gestor de seguros debido a que tuvo un mal desempeño. «Lo saqué porque no teníamos respuesta de la ART, no le daban bolilla a los empleados que tenían un accidente de trabajo. El acompañamiento no era bueno, no atendían», dijo al diario La Nación. Pero al ser consultado sobre por qué cambió de decisión al llegar a la gobernación, afirmó que no encontró «uno mejor».
El escándalo lo destapó el domingo Clarín y en solo cuatro días tiene ramificaciones en provincias y más funcionarios.
DS