El presidente Javier Milei prometió durante la campaña que el ajuste caería sobre «la casta política», mientras que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, habla de que su objetivo es el narcotráfico. Sin embargo, el Gobierno envió a la Policía Federal a las estaciones de trenes para controlar que los usuarios de trenes y subtes paguen el boleto, frente a la nueva y masiva práctica de saltar los molinetes electrónicos ante el fuerte incremento del boleto del transporte público.
En la estación Constitución, se pudo ver el operativo ordenado por Bullrich. Efectivos de la Policía Federal se formaron en fila como un tercer cordón de contención para evitar el salto de los molinetes. Delante de los policías se veía un cordón de empleados de Trenes Argentinos y en primera línea el personal de seguridad privada de la línea ferroviaria.
Según se informó, por el momento, la presencia de la Policía Federal será para comenzar por advertir a los pasajeros que evadan el pago del boleto sobre la infracción que comentan con el aviso de que si repite la práctica deberá pagar una multa de 1.300 pesos. Cómo llevará la Policía el control de quién repite la práctica de saltar el molinete, cuál lo hace por primera o enésima vez no se explica.
Los aumentos en el transporte comenzaron a regir el lunes 15 de enero, cuando los boletos de los colectivos y trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se incrementaron un 45 por ciento más, tras el acuerdo entre el gobierno de Javier Milei, las cámaras empresarias de transporte de pasajeros y la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
En el primer mes del año los colectivos cobran una tarifa mínima de $76,92, mientras que las principales líneas de ferrocarril aumentaron a boletos de entre $37,38 y $76,96, según la línea y la sección de destino.
Pero en el mismo mes, el Gobierno presentó un nuevo cronograma de aumentos de hasta el 250 por ciento y lo ratificó en una audiencia pública de forma, que fue cuestionado ante el Poder Judicial. El aumento comenzó a aplicarse desde el 6 febrero.
Desde entonces, el boleto mínimo llegó a $270 en los colectivos y $130 en el tren para las personas que tengan la SUBE nominalizada –o sea que hayan registrado la tarjeta a su nombre–. En caso contrario, el mínimo se elevará a $429,30 el colectivo y $260 el tren a partir del 1 de abril.
De la mano con la suba de las líneas nacionales de colectivos –la situación en el resto de las provincias del país es más grave y llevó a una pelea entre el presidente Javier Milei y los gobernadores de Santa Fe y Córdoba por el recorte de un fondo fiduciario creado durante el gobierno de Mauricio Macri–, llegó el aumento en las líneas de subte, que está bajo control del gobierno porteño.
La empresa estatal porteña Subterráneos de Buenos Aires S. E. (SBASE) –también mediante una audiencia pública de forma– anunció que llevará el boleto a $574 desde abril –$859 en el caso de quienes no tengan registrada su tarjeta SUBE–, a $667 en mayo y $757 en junio.
El valor del Premetro, en tanto, pasará a $200,90 (abril), $233,45 (mayo) y $264,95 (junio). Así, los pasajeros que no tengan la tarjeta SUBE nominalizada, pagarán $300,57 en abril. Desde el GCBA informaron que continuarán los descuentos de Red SUBE y para jubilados, pensionados, discapacitados y estudiantes.